La cotidianidad del traslado en América Latina y el Caribe implica, para sus habitantes, una inversión de tiempo significativa: aproximadamente 92 minutos diarios dedicados al tránsito, lo que se traduce en cerca de 25 días al año.
Este dato, extraído del informe “Cómo aprovechar el poder de la movilidad urbana en América Latina y el Caribe”, no solo refleja la dimensión temporal de los desplazamientos urbanos, sino también la urgente necesidad de optimizar y modernizar el sistema de transporte público.
El estudio subraya la relevancia de incorporar métodos de pago innovadores, como dispositivos móviles, para fomentar el uso del transporte público. La implementación de sistemas de pago más accesibles y prácticos es esencial para incentivar a la población a optar por medios de transporte colectivos sobre los privados, contribuyendo así a una movilidad más eficiente y sostenible.
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La investigación detalla que países como Chile, Perú, Guatemala y Panamá lideran en la región la adopción de tecnologías de pago sin contacto. La comodidad, la rapidez y la seguridad que ofrecen estos métodos están revolucionando la manera en que los latinoamericanos interactúan con el transporte público.
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El análisis resalta el impacto positivo que la introducción de sistemas de pago universales tiene en la afluencia de pasajeros. Por ejemplo, en ciudades como Río de Janeiro, Ciudad de Guatemala y San José, la adopción de tarjetas para el pago del transporte público incrementó el número de transacciones en aproximadamente un 10%, reactivando el uso de tarjetas previamente inactivas.
Estos sistemas de pago abierto permiten a los usuarios realizar pagos seguros y cómodos con las mismas credenciales que utilizan en sus compras cotidianas, promoviendo así una mayor frecuencia de viaje por parte de los usuarios debido a la confianza y seguridad que esto les brinda.
Además, el informe destaca los esfuerzos realizados en la región para avanzar hacia una movilidad urbana sostenible. Ejemplos notables incluyen la flota de autobuses eléctricos en Santiago de Chile, las estaciones de carga para autobuses eléctricos en Bogotá y el lanzamiento del primer bus eléctrico en Perú. Estos proyectos, que ya integran tecnología de pago abierto, son testimonio del compromiso con la reducción de la huella de carbono y la promoción de un transporte público eficiente y ecológico.
Fuente: Última Hora.
