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Cardenal pide conversión de corruptos en misa de Pascua

En la misa de Pascua, el cardenal Adalberto Martínez Flores imploró por la transformación de prácticas corruptas en solidaridad hacia los pobres.

Cardenal Adalberto Martínez. Foto: X Conferencia Episcopal.

En la celebración de la misa de Pascua de Resurrección llevada a cabo en la Catedral Metropolitana, el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, dirigió un llamado a la transformación moral y espiritual ante la situación de corrupción que afecta a la sociedad paraguaya. La petición del prelado se centró en la conversión de aquellos involucrados en actos corruptos hacia comportamientos que reflejen honestidad, solidaridad, y atención hacia los necesitados.

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El evento religioso, que conmemora la resurrección de Jesucristo, sirvió de plataforma para que el cardenal Martínez Flores expresara su preocupación por las repercusiones sociales y morales de la corrupción. Citando textos bíblicos, el cardenal instó a un cambio radical en la conducta de los individuos, enfatizando la necesidad de adoptar un rol de servicio en lugar de buscar el beneficio propio a través del poder.

Además, el cardenal hizo un llamado urgente a la conversión de los fieles, animándolos a convertirse en defensores de la vida y la dignidad humana desde el nacimiento hasta la muerte natural. Esta exhortación se extendió también a aquellos que dañan el medio ambiente, instándolos a cesar sus prácticas perjudiciales y a comprometerse con la preservación de la naturaleza.

En su sermón, el cardenal Martínez Flores no solo criticó a los corruptos en el ámbito social y político, sino que también dirigió su atención hacia el interior de la Iglesia. Denunció a aquellos miembros del clero que, en lugar de servir desinteresadamente a la comunidad, se benefician de su posición a expensas de los más vulnerables. Hizo un llamado a estos líderes religiosos para que busquen el perdón y se sometan a un proceso de conversión genuina.

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Para concluir, el cardenal enfatizó la importancia de ser promotores de paz, unidad y no violencia, siguiendo el ejemplo de Jesús. Subrayó el deber de cuidar a aquellos marginados por la sociedad, incluidos los enfermos, los sin hogar, y los oprimidos por la injusticia, invitando a todos a ser partícipes activos en la construcción de una sociedad más justa y compasiva.

Fuente: Última Hora.