Paraguay emerge como el segundo destino más atractivo para inversores argentinos en la región, superando a Uruguay y solo por detrás de Miami. Esta preferencia persiste a pesar de los recientes escándalos de corrupción que han sacudido la institucionalidad del país, según revelan destacados empresarios del sector inmobiliario.
La estabilidad del guaraní, la política de no crear nuevos impuestos y la autonomía del Banco Central paraguayo conforman un trío de factores que consolidan al país como un destino seguro para el capital extranjero. Esta solidez económica contrasta con la turbulencia institucional evidenciada tras la filtración de los polémicos chats del fallecido diputado Eulalio “Lalo” Gomes.
Gustavo Ortola, fundador de Like Propiedades, una red internacional de inmobiliarias, destaca que Paraguay aventaja a Uruguay en el interés inversor debido a sus menores costos de entrada y una rentabilidad más clara. «Se viene una segunda oleada de inversión de argentinos», pronostica el empresario, quien reconoce la necesidad de fortalecer el capital humano local.
La reciente firma de una ley anticorrupción por parte del presidente Santiago Peña no ha sido suficiente para disipar las dudas sobre la transparencia institucional. Sin embargo, este factor no ha disuadido a los inversores de Argentina, Brasil y Bolivia, que lideran el ranking de operadores extranjeros en el país.
Domingo Peppo, ex embajador argentino en Asunción, minimiza el impacto de los escándalos de corrupción en el clima de negocios. “No son cosas positivas para el Estado, pero no afecta a la economía porque esa es la gran diferencia. La fortaleza de haber logrado una estabilidad macro genera previsibilidad”, argumenta el también ex gobernador del Chaco.
El sector inmobiliario se perfila como uno de los principales receptores de esta nueva ola de inversiones. Like Propiedades busca profesionalizar el mercado mediante la capacitación y acreditación internacional de agentes inmobiliarios, reconociendo las carencias en la formación del capital humano local.
El exceso de energía disponible y la baja presión impositiva son señalados como factores clave para el desarrollo industrial pendiente. Estos elementos podrían catalizar la anticipada segunda oleada de inversiones, diversificando la matriz productiva del país.
En el ámbito municipal, el empresario Enrique Wagener critica la gestión de Asunción por su distanciamiento del sector privado. Señala que la administración comunal se ha enfocado en resolver crisis cotidianas sin desarrollar una visión estratégica que incluya al empresariado.
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La estabilidad macroeconómica paraguaya continúa siendo el principal atractivo para los inversores regionales, quienes parecen dispuestos a tolerar cierto nivel de incertidumbre institucional a cambio de reglas claras en materia económica y tributaria.
El desafío pendiente para Paraguay radica en equilibrar su solidez económica con un fortalecimiento institucional que garantice la transparencia y eficiencia en la gestión pública, elementos fundamentales para sostener el flujo de inversiones a largo plazo.
Fuente: La Política Online