Nacionales

Pacientes con artritis denuncian cuatro meses sin medicación en IPS

La Asociación Guerreros de la Artritis denuncia la falta de medicamentos biológicos originales y presión para cambiar tratamientos a versiones biosimilares.

Foto: Archivo.

La crisis de desabastecimiento en el Instituto de Previsión Social (IPS) ha alcanzado niveles críticos para más de 300 pacientes con artritis reumatoidea, quienes cumplen cuatro meses sin recibir medicamentos esenciales para el tratamiento de su enfermedad. Según denuncia la Asociación Guerreros de la Artritis (AGA), los asegurados afectados por esta patología crónica y potencialmente discapacitante están experimentando un notable deterioro en su calidad de vida y estado de salud debido a la interrupción del tratamiento farmacológico. Los medicamentos faltantes incluyen anticuerpos monoclonales fundamentales como el Adalimumab original y el Tocilizumab, considerados pilares terapéuticos para controlar la progresión de esta enfermedad autoinmune.

La situación se ha tornado aún más preocupante ante las respuestas proporcionadas por la farmacia del IPS a los pacientes. Según testimonios recogidos, los funcionarios sugieren a los asegurados solicitar a sus médicos tratantes un cambio de medicación hacia versiones biosimilares, afirmando que estos productos alternativos sí se encuentran disponibles en stock. «Nos dicen que no hay nuestro medicamento y que le pidamos al médico que nos cambie nomás ya a otro de otro laboratorio. Esto nos genera sospechas. ¿Es un problema de abastecimiento o una estrategia para sacarnos lo que realmente necesitamos y nos hace bien?», expresó Alba Rojas, una de las pacientes afectadas por esta situación. Esta práctica ha generado dudas sobre si se trata de un genuino problema de suministro o de una estrategia institucional para modificar los esquemas terapéuticos establecidos.

Amalia Cutillo, presidenta de la Asociación Guerreros de la Artritis, manifestó su indignación ante la crítica situación y advirtió sobre las graves consecuencias que la interrupción del tratamiento puede provocar en los pacientes. «Estamos hablando de vidas, de personas que dependen de estos medicamentos para poder moverse, trabajar y vivir sin dolor. No podemos permitir que se juegue con nuestra salud», enfatizó la dirigente. La artritis reumatoidea, al ser una enfermedad inflamatoria crónica, requiere tratamiento continuo para prevenir daños articulares irreversibles, mantener la funcionalidad y evitar complicaciones sistémicas que pueden afectar órganos vitales como el corazón, los pulmones y los riñones.

Te puede interesar: Medicamentos disponibles en IPS tras nuevo lote recibido

Los afectados exigen que se respeten las indicaciones médicas y que se garantice el acceso a los tratamientos prescritos originalmente por los especialistas. Graciela Rodríguez, otra paciente afectada, subrayó la importancia de mantener los esquemas terapéuticos establecidos: «No es solo un medicamento, es nuestra calidad de vida la que está en juego. Queremos que se respete la decisión de nuestros médicos tratantes y no nos obliguen a cambiar de fármaco solo porque no hicieron una correcta planificación de stock». Los especialistas en reumatología sostienen que el cambio arbitrario de medicación biológica puede generar problemas de eficacia terapéutica, desarrollo de anticuerpos contra el nuevo fármaco y potenciales reacciones adversas no previstas, comprometiendo el control de la enfermedad logrado con el tratamiento original.

Unite a nuestro canal de WhatsApp

A pesar de las múltiples gestiones realizadas por la asociación de pacientes, incluyendo comunicados formales y solicitudes directas a las autoridades del Instituto de Previsión Social, hasta el momento no han recibido respuestas concretas ni soluciones efectivas. La falta de acción institucional ante lo que consideran una crisis sanitaria ha llevado a los afectados a considerar medidas más contundentes para visibilizar su situación y exigir el cumplimiento de sus derechos como asegurados. La continua desatención a sus reclamos agrava no solo su condición física sino también su estado emocional, generando incertidumbre sobre el futuro de sus tratamientos y la posibilidad de sufrir daños irreversibles en sus articulaciones.

Desde la Asociación Guerreros de la Artritis recuerdan que el acceso oportuno a la medicación no constituye un beneficio opcional sino un derecho fundamental establecido en la normativa del IPS y en las leyes que garantizan la atención sanitaria integral. La interrupción de tratamientos biológicos en enfermedades autoinmunes puede provocar no solo el retorno de los síntomas dolorosos e incapacitantes, sino también un fenómeno conocido como «efecto rebote», donde la actividad inflamatoria se intensifica tras la suspensión del medicamento. Los pacientes exigen soluciones inmediatas que incluyan la regularización del suministro de los medicamentos originales prescritos, transparencia en los procesos de adquisición y un plan de contingencia que evite futuras interrupciones en el acceso a estos tratamientos esenciales para su bienestar y funcionalidad.

Por RDN