En una emotiva ceremonia que congregó a cientos de fieles en la explanada de la Basílica de Caacupé, Monseñor Ricardo Valenzuela aprovechó la solemne celebración del Domingo de Pascua para hacer un llamado contundente a las autoridades paraguayas. El obispo instó a los líderes nacionales a trabajar por la transformación del país hacia un horizonte de mayor justicia, fraternidad y fortalecimiento de la fe, en sintonía con el mensaje renovador que caracteriza esta fecha sagrada para el cristianismo.
La homilía pascual de Monseñor Valenzuela se centró inicialmente en el significado profundo de la Resurrección de Jesucristo como fundamento esencial de la esperanza cristiana. El religioso explicó a los presentes que esta verdad fundamental del cristianismo tiene el poder de transformar completamente la existencia humana, proyectándola más allá de las limitaciones terrenales. “La fe en la resurrección nos propone pasar de una situación de vida marcada por el pecado a otra situación de vida marcada por la intimidad, la confianza, la solidaridad, la caridad, la apertura a lo trascendente y a la esperanza”, expresó con convicción ante la multitud reunida en el santuario mariano.
MONSEÑOR VALENZUELA LLAMA A CONSTRUIR UN «NUEVO PARAGUAY» DURANTE SU HOMILÍA DE PASCUA
️Durante su mensaje pascual, monseñor Valenzuela hizo un llamado claro a la participación ciudadana y al compromiso de quienes hoy ejercen funciones de gobierno:
️»Nosotros también… pic.twitter.com/5AX8QNhgpW
— Radio 780 AM (@780AM) April 20, 2025
El mensaje pascual adquirió mayor profundidad cuando el prelado reflexionó sobre la trascendencia de la vida más allá de la muerte física. “Nos ponemos más allá de la absurda muerte y de las miserias. La muerte ya deja de ser absurda, pero si lo es para alguien, entonces se nos propone, desde la fe más profunda, que Dios nos ha destinado a vivir con él. No es posible negar la dinámica de la resurrección, estamos llamados a vivir para siempre”, manifestó Valenzuela, subrayando la esperanza que brinda la fe en la resurrección para enfrentar los desafíos cotidianos.
En un giro significativo de su discurso, el obispo de Caacupé estableció una conexión entre la fe cristiana y los diversos aspectos de la vida social y cultural. Consideró que solo creyendo en el Dios de la vida “tiene sentido la economía, la política, la cultura, el deporte y el arte”. Esta afirmación plantea una visión integral donde la espiritualidad no se encuentra desconectada de la realidad social, sino que constituye el fundamento para construir una sociedad más humana y justa. “Es creer en nosotros mismos en la posibilidad de ser y de hacer algo por Dios. No nos engañemos pensando que alguien puede realizarse plenamente en su propia existencia. Más allá está la verdadera vida. La Resurrección de Jesús es la primicia de que en la muerte se nace ya para siempre”, puntualizó ante los feligreses que escuchaban atentamente.
La celebración pascual se convirtió en plataforma para un llamado directo a las autoridades paraguayas cuando Monseñor Valenzuela abordó explícitamente la situación del país. El obispo afirmó categóricamente que un nuevo Paraguay debe ser construido con la participación activa de toda la ciudadanía, sin exclusiones. En este contexto, enfatizó que los actuales gobernantes “tienen la magnífica oportunidad de dar el nuevo horizonte al Paraguay”, instándolos a asumir este desafío histórico y a “gastar sus energías” en la construcción de un futuro mejor para todos los habitantes de la nación.
En un momento particularmente contundente de su homilía, el prelado estableció lo que denominó un principio cívico y moral fundamental: “No hay desarrollo sin seguridad. No habrá paz social con inequidades y sin justicia”. Esta declaración resonó con especial fuerza en el actual contexto paraguayo, donde las desigualdades sociales y los problemas de seguridad constituyen preocupaciones prioritarias para amplios sectores de la población. El mensaje adquirió así dimensiones que trascendieron lo estrictamente religioso para instalarse en el terreno de la ética social y la responsabilidad política.
Monseñor Valenzuela señaló que para lograr esta transformación social existe una condición indispensable: “darse cuenta de que se debe cambiar de mentalidad, actitudes y valores”. Esta afirmación subraya la necesidad de una renovación profunda que comience en el interior de cada persona y se proyecte hacia las estructuras sociales. El cambio de paradigma propuesto por el obispo implica una revisión crítica de los valores que rigen actualmente la convivencia social y las decisiones políticas en Paraguay, para avanzar hacia un modelo más acorde con los principios cristianos de justicia y fraternidad.
Domingo de Resurrección – Misa Central de las 07:00hs. Presidió: Mons. Ricardo Valenzuela, Obispo de la Diócesis de Caacupé. pic.twitter.com/1bvpKVqUgI
— Basílica Santuario de Caacupé (@tupasycaacupe) April 20, 2025
En otro tramo significativo de su prédica pascual, el obispo de Caacupé explicó que los cristianos están llamados a “hacer la Pascua”, es decir, a experimentar un paso transformador “de una situación de deshumanización a otra situación de vida de humanización”. Este concepto de tránsito o pasaje, inherente al significado mismo de la Pascua, fue aplicado por el religioso a la realidad social paraguaya, sugiriendo la necesidad de una transformación profunda que permita superar las condiciones que atentan contra la dignidad humana y construir un entorno social más humano y fraterno.
El mensaje pascual culminó con una reflexión sobre el aporte específico del cristianismo a la humanidad. “La Pascua de Cristo y la Palabra de Dios nos iluminan para pasar de la esclavitud del pecado al reino de la gracia, del amor y de la libertad. La fe en la resurrección es la base de todo aporte verdaderamente genuino y original de los cristianos a la humanidad en las relaciones sociales, en la economía, en el pensamiento, en las obras de bien, en la defensa de los derechos humanos”, expresó Monseñor Valenzuela, sintetizando así la dimensión social del mensaje cristiano y su potencial transformador. Estas palabras resonaron con fuerza entre los fieles reunidos en la Basílica, quienes recibieron el mensaje pascual como una invitación a comprometerse activamente en la construcción de un Paraguay más justo y solidario, a la luz de los valores evangélicos.
Fuente: Última Hora