El último informe de CB Consultora OP correspondiente a abril de 2025 sitúa al presidente Santiago Peña en una posición crítica dentro del panorama político sudamericano. Con un índice de aprobación del 45%, el mandatario ocupa el quinto lugar entre sus homólogos de la región, mientras su imagen negativa alcanza un preocupante 51.8%. Esta tendencia negativa se confirma con una caída de 2.1 puntos porcentuales respecto a marzo, evidenciando un deterioro sostenido en la percepción ciudadana sobre su gestión.
La comparativa regional resulta particularmente desfavorable para Peña, quien se ubica por debajo de líderes como Yamandú Orsi (Uruguay, 51.3%), Daniel Noboa (Ecuador, 51%) e incluso del controversial Javier Milei (Argentina, 46.3%). Esta posición refleja un creciente descontento ciudadano, especialmente notable considerando que Peña asumió la presidencia con ambiciosas promesas de modernización, transparencia y reactivación económica que, según estos indicadores, no estarían cumpliendo con las expectativas generadas.
El ámbito legislativo paraguayo muestra una polarización que agrava la crisis de gobernabilidad. Mientras senadores como Eduardo Nakayama y Blanca Ovelar mantienen diferenciales positivos de +23.9% y +21.9% respectivamente, figuras como Érico Galeano (-56%) y Dionisio Amarilla (-55.7%) representan el profundo rechazo ciudadano hacia sectores de la clase política. Particularmente Amarilla, con un 67.1% de imagen negativa, simboliza la crisis de credibilidad institucional que contamina por asociación al gobierno de Peña.
Tres factores principales explican este deterioro en la imagen presidencial: la persistente crisis económica con inflación y estancamiento del empleo formal; los escándalos de corrupción vinculados a funcionarios cercanos al círculo presidencial; y la percepción generalizada sobre la insuficiente ejecución de obras públicas en sectores clave como infraestructura y salud. Estos elementos han creado un cóctel tóxico para la credibilidad gubernamental que se refleja en las encuestas de opinión pública.
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Aunque Peña se mantiene por encima de mandatarios como Gustavo Petro (Colombia, 36.2%) o Nicolás Maduro (Venezuela, 28.5%), su trayectoria muestra signos alarmantes. Mientras Daniel Noboa en Ecuador logra un crecimiento positivo de 3.5% en su imagen, el presidente paraguayo experimenta una caída sostenida que sugiere dificultades para capitalizar logros tangibles o comunicar efectivamente sus políticas públicas a la ciudadanía.
Los analistas políticos coinciden en que Santiago Peña enfrenta un momento decisivo en su mandato. De no revertir esta tendencia negativa mediante acciones concretas que impacten positivamente en la calidad de vida de los paraguayos, su administración corre el riesgo de profundizar su crisis de legitimidad y terminar asociada con los gobiernos de menor credibilidad en la historia reciente del país. El tiempo y la capacidad de reacción ante estas señales serán determinantes para el futuro político del actual presidente.
Fuente: El Nacional