La Escuela Básica N° 6509 Arroyo Ysau, situada en la comunidad indígena Itaguazu del distrito de Cerro Corá, en el departamento de Amambay, enfrenta serias deficiencias estructurales. A unos 45 kilómetros de Pedro Juan Caballero, esta institución alberga a 102 alumnos desde el nivel inicial hasta el noveno grado. Ante la falta de aulas, un grupo importante de estudiantes recibe clases bajo árboles, según confirmó la directora Anacleta Benítez.
Desde el inicio del año lectivo, la única aula existente fue destinada a cocina escolar, en cumplimiento del programa de almuerzo. Esta medida obligó a reubicar a los alumnos al aire libre, sin protección ante lluvias o calor extremo, lo que limita el desarrollo del proceso educativo.
La infraestructura sanitaria también se encuentra en condiciones precarias. Los alumnos deben utilizar una letrina ante la falta de baños funcionales. Aunque se construyó un sanitario con fondos de la Gobernación de Amambay, estimados en más de 105 millones de guaraníes, la obra aún no fue habilitada. La directora Benítez señaló que el baño fue mal ejecutado y no está en condiciones de uso.
Esta situación compromete la salud y seguridad de los estudiantes, y expone la falta de seguimiento en obras financiadas con recursos públicos. Las autoridades locales aún no brindaron respuestas concretas sobre la finalización del proyecto.
En el mismo predio funciona el Colegio Técnico Itaguazu, donde se imparte el Bachillerato Técnico Agropecuario. La directora Graciela Escobar pidió la inclusión de sus alumnos en el programa Hambre Cero, ya que estudian en doble turno y requieren alimentación adecuada. Además, solicitó un albergue estudiantil para prevenir la deserción escolar.
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Los alumnos, en su mayoría provenientes de comunidades lejanas, deben trasladarse a diario o abandonan sus estudios por falta de condiciones básicas. Porfiria Valiente, estudiante del bachillerato, expresó que muchos jóvenes indígenas se ven forzados a dejar la escuela por no tener dónde quedarse ni acceso a comida durante las jornadas.
La situación en Itaguazu refleja la persistente precariedad de la infraestructura educativa en comunidades indígenas. A pesar de los recursos asignados, la falta de control en las obras y la escasa presencia estatal afectan directamente el derecho a la educación.
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Las condiciones actuales vulneran principios básicos de equidad e inclusión en el acceso a servicios educativos. La comunidad escolar continúa exigiendo respuestas urgentes por parte del Ministerio de Educación y la gobernación departamental.
A medida que avanzan las clases, las autoridades educativas aún no ofrecen soluciones concretas. Padres, docentes y estudiantes mantienen los reclamos activos, mientras crece la preocupación por el impacto en el rendimiento y la continuidad escolar. La falta de baños y aulas afecta no solo la dignidad de los alumnos, sino también su seguridad sanitaria.
Fuente: ABC Color







