El riesgo de expansión de la fiebre amarilla en la región impulsó a Paraguay a actualizar su estrategia de respuesta. Autoridades sanitarias, encabezadas por la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles, inauguraron un taller para reforzar el Plan de Contingencia. La actividad busca socializar medidas de prevención y respuesta, además de actualizar lineamientos técnicos con el respaldo de expertos nacionales e internacionales.
La Dra. Andrea Ojeda, directora general de Vigilancia de la Salud, destacó la importancia de prepararse ante una situación que, si bien se espera evitar, debe ser enfrentada con herramientas y protocolos claros. La presencia de representantes de la OPS y del Ministerio de Salud refleja el compromiso institucional para blindar al país ante esta amenaza.
La Dra. Haideé Padilla, representante de la OPS/OMS en Paraguay, subrayó la relevancia de la cooperación técnica basada en evidencia para fortalecer la capacidad de respuesta. Durante su intervención, valoró el esfuerzo de las instituciones nacionales por actualizar el plan con líneas de acción bien definidas. Padilla ratificó el respaldo de la OPS para acompañar las estrategias y proteger la salud de la población.
El taller también fue una oportunidad para generar espacios de trabajo interdisciplinario, donde se compartieron experiencias y se analizaron lecciones aprendidas. Las autoridades señalaron que la integración de los diferentes componentes sanitarios es esencial para enfrentar eficazmente la posible reintroducción del virus en el país.
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La situación regional enciende las alertas en Paraguay. Durante el año 2024, se confirmaron 61 casos de fiebre amarilla en América, con 30 muertes en cinco países. En 2025, hasta la cuarta semana epidemiológica, se notificaron 16 casos confirmados, con siete muertes en Brasil, Colombia y Perú. Las áreas afectadas incluyen regiones fuera de la Amazonía, lo que eleva la preocupación por la expansión del virus a zonas más pobladas y con menor experiencia en contención.
Un modelo de corredores ecológicos desarrollado en Brasil estima que existe una alta probabilidad de que la fiebre amarilla se propague a estados brasileños cercanos a Paraguay, como Paraná y Mato Grosso do Sul. De concretarse este escenario, países vecinos como Argentina y Paraguay podrían enfrentar la reintroducción del virus.
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Ante este panorama, el taller impulsó la actualización de temas críticos como vigilancia entomológica y control vectorial, manejo clínico y vacunación. La participación de asesores de la OPS/OMS y representantes del Ministerio de Salud permitió definir estrategias conjuntas para fortalecer la capacidad nacional de vigilancia y respuesta.
El trabajo conjunto de instituciones como Senepa, el Laboratorio Central y el Programa Ampliado de Inmunizaciones refleja el compromiso del país para garantizar la protección de la población. Se destacó la importancia de la vacunación como medida clave para frenar el avance de la enfermedad en caso de reintroducción.
Fuente: El Nacional







