Policiales

PCC en cárceles paraguayas superaría estimación brasileña

Ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, estima que el PCC tiene más miembros en cárceles paraguayas de lo que reporta Brasil, superando los 341 identificados.

Rodrigo Nicora, ministro de Justicia. Gentileza/Presidencia de la República del Paraguay

El ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, señaló que la cifra de miembros del Primer Comando Capital (PCC) en las cárceles de Paraguay podría ser significativamente mayor que la estimada por autoridades brasileñas. Según un informe del medio O Globo, basado en datos del Ministerio Público de Brasil, se calculan 341 integrantes de esta organización recluidos en el sistema penitenciario paraguayo. No obstante, Nicora afirmó que la cifra real podría superar los 540, al incluir a simpatizantes y personas bajo protección del grupo criminal.

El ministro explicó que dentro de la población penitenciaria vinculada al PCC hay diferencias entre soldados formales y personas afines que, si bien no obedecen órdenes directas, operan bajo el paraguas de la organización. Estas personas representan un grupo considerable dentro de los centros penitenciarios, donde el PCC mantiene influencia operativa.

Actualmente, los integrantes del PCC están distribuidos en seis de los 20 centros penitenciarios del país: Coronel Oviedo, Ciudad del Este, Misiones, Concepción, Encarnación y Pedro Juan Caballero. Para evitar conflictos con otras facciones, como el clan Rotela, han sido separados en pabellones específicos. Según el Ministerio de Justicia, esta política busca reducir los enfrentamientos internos, como los registrados en años anteriores.

El titular de Justicia recordó que en 2024 se implementó el Operativo Joapy, mediante el cual fueron expulsados del país 25 integrantes del PCC en un solo día. Esta acción se realizó con el apoyo del entonces ministro del Interior brasileño, Ricardo Lewandowski, y continúa vigente en el marco de cooperación bilateral para combatir el crimen transnacional.

Nicora también mencionó al clan Rotela como una de las organizaciones criminales de origen nacional con mayor número de miembros dentro del sistema penitenciario. Según estimaciones del propio Ministerio, esta estructura criminal duplica en cantidad a la del PCC, aunque se caracteriza por su falta de organización y menor grado de verticalidad. A diferencia del grupo brasileño, el clan Rotela opera con menor coordinación y sin una jerarquía establecida.

Si bien el PCC no cuenta actualmente con un cabecilla visible en Paraguay, existen mandos medios que siguen siendo objeto de monitoreo constante. Las autoridades consideran que el liderazgo se ha vuelto más fragmentado, aunque sigue manteniendo una línea operativa clara.

Leé más: Paraguay, segundo país con más miembros del PCC

Una de las medidas implementadas para controlar a los internos vinculados a estas organizaciones es el régimen de encierro especial en las penitenciarías de Minga Guazú y Pedro Juan Caballero. Denominado informalmente como Pabellón Bukele, en alusión al modelo carcelario aplicado en El Salvador, este régimen consiste en aislamiento de 22 horas diarias y dos horas de recreación en cubículos cerrados. Según Nicora, esta medida trajo calma al sistema penitenciario y actúa como elemento disuasivo.

El modelo de aislamiento fue adoptado como una respuesta a la violencia interna y al control territorial ejercido por las bandas criminales en algunas cárceles. Actualmente, se aplica a perfiles considerados de alta peligrosidad o con liderazgo operativo dentro de las organizaciones criminales.

Una de las medidas implementadas para controlar a los internos vinculados a estas organizaciones es el régimen de encierro especial en las penitenciarías de Minga Guazú y Pedro Juan Caballero. Denominado informalmente como Pabellón Bukele, en alusión al modelo carcelario aplicado en El Salvador, este régimen consiste en aislamiento de 22 horas diarias y dos horas de recreación en cubículos cerrados. Según Nicora, esta medida trajo calma al sistema penitenciario y actúa como elemento disuasivo.

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El modelo de aislamiento fue adoptado como una respuesta a la violencia interna y al control territorial ejercido por las bandas criminales en algunas cárceles. Actualmente, se aplica a perfiles considerados de alta peligrosidad o con liderazgo operativo dentro de las organizaciones criminales.

Nicora concluyó que, a pesar de la aparente calma en los penales, se mantiene un monitoreo constante sobre los internos asociados al PCC y al clan Rotela.

Fuente: ABC Color