Un nuevo caso de presunta negligencia sacude al Instituto de Previsión Social (IPS). Esta vez, los denunciantes son los padres de un bebé de apenas ocho meses, quien permanece internado en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Central. El menor presenta graves quemaduras en el rostro y otras partes del cuerpo, supuestamente provocadas por una estufa que ellos mismos compraron a pedido del personal médico.
El relato de la madre, difundido por Telefuturo, detalla los días de angustia: advirtió en varias ocasiones que el calor del equipo estaba afectando al pequeño. “Apagaba la estufa cada vez que podía, pero no me hacían caso. El viernes su cara ya estaba hinchada y su ojo rojo”, relató.
#AHORA – Grave denuncia en el Hospital Central del IPS. Un bebé de 8 meses sufrió quemaduras, supuestamente, a causa de una estufa.
«Duele tanto ver a tu hijo desfigurado, obviamente ellos no van a aceptar que hubo negligencia», lamenta el papá.
Los padres autorizaron… pic.twitter.com/I7hqhf5BdG
— Telefuturo (@Telefuturo) July 6, 2025
Ante la falta de respuesta, pidió a su esposo que intervenga. “A mí me ninguneaban, así que le pedí que les hable fuerte. Ya era obvio que era la estufa”, sostuvo. La pareja asegura que el rostro, brazo, pecho y cuello del niño terminaron visiblemente afectados, y que los médicos atribuyeron los signos a una trombosis, negando inicialmente cualquier relación con el calefactor.
El pequeño habría estado expuesto al aparato entre el lunes y el viernes. La estufa había sido solicitada por una licenciada, según el testimonio. Sin embargo, tras las quemaduras, el equipo fue retirado sin dejar constancia. Los padres denunciaron que desapareció, pero luego fue devuelto bajo acta.
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La situación motivó la intervención de la Fiscalía, que acudió el sábado al hospital. También participaron especialistas de Cardiología y un médico forense. Según la madre, el ecocardiograma descartó lesiones relacionadas con la cirugía cardíaca previa del bebé.
“Fue desgarrador verle así”, expresó el padre. Indicó que estaban esperando una traqueotomía para el miércoles y se encontraron con la cara desfigurada del niño. También mencionó que intentaron conseguir tratamiento para las lesiones, pero los profesionales insistieron con el diagnóstico de trombosis.
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La reacción emocional de los padres derivó en una llamada del Servicio Social, que los acusó de haber “atropellado” la sala de terapia. “Yo acepto que me alteré, fue una reacción como padre. Duele ver a tu hijo así y que te digan que es alergia a la sábana”, añadió.
Además de pedir explicaciones, los padres exigieron que se reconozca el error. “Hay muchas falencias en IPS. Esto ya pasó el límite”, afirmó el hombre. También revelaron que son católicos y que rezan todos los días para superar esta dolorosa situación.
Fuente: ÚH
