Más del 80% de la población habla o entiende guaraní, mientras que cerca del 40% lo utiliza como único idioma, una cifra que confirma su vigencia en la vida cotidiana.
Uno de los vehículos más importantes de su difusión son los ñe’ẽnga, frases breves cargadas de humor y sabiduría popular que se transmiten de generación en generación.
Según el profesor y lingüista David Galeano, estas expresiones son parte fundamental del acervo cultural paraguayo, porque muestran la capacidad de observación y creatividad de la gente común.
Entre las frases más populares se encuentran: “No hay vuelta que dar, he’i muralla ári okéva”, que refleja la resignación ante situaciones sin solución, o “Aháta aju, he’i osóva”, que ironiza sobre la falta de dinero. También destacan los piropos, como “Adio mi noche sin luna, he’íje kambápe opiropeáva”, dedicado a la belleza de la mujer morena, y las reflexiones sociales como “Mboriahu akã rehente ho’áva rayo”, que señala cómo las desgracias suelen caer sobre los más pobres.
Estos dichos, de autor anónimo, forman parte del folclore y están presentes tanto en las rondas de tereré como en las charlas informales. Galeano recuerda que el humor es un rasgo reconocido de los paraguayos, visible en cada chiste, en personajes tradicionales como Perurima o Pychaichi, y en los marcantes que acompañan las conversaciones.
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La vigencia de los ñe’ẽnga también se ve reforzada en la música. Artistas jóvenes como Néstor Lo y los Caminantes, Tierra Adentro, Purahéi Soul y Dalma Ferreira han incorporado la lengua en sus obras, contribuyendo a que nuevas generaciones abracen el guaraní con orgullo. Esta tendencia, según Galeano, representa una verdadera revalorización cultural.
El lingüista advierte, sin embargo, que aún falta avanzar en la normalización del idioma en ámbitos oficiales y educativos. Considera que el Estado debe invertir más en la promoción del guaraní y en las expresiones de la cultura popular, ya que, además de preservar la identidad, pueden convertirse en un motor para atraer recursos y generar desarrollo.
Fuente: ÚH
