La administración de Óscar Rodríguez incrementó artificialmente los costos de los desagües pluviales iniciados con recursos de los bonos G8 en más de 8 millones de dólares. El interventor Carlos Pereira documentó aumentos de hasta 183% en los precios referenciales de las licitaciones, evidenciando irregularidades graves en el proceso de contratación pública que perjudicaron significativamente las arcas municipales.
Los números revelados por la intervención demuestran la magnitud del sobrecosto aplicado a las obras de infraestructura hídrica. De los 192.000 millones de guaraníes autorizados originalmente por la Junta Municipal para cuatro proyectos de desagües, los montos de adjudicación escalaron hasta 250.865 millones. Este incremento representa el compromiso del 70% de toda la emisión de bonos, cuando apenas se ejecutaría la mitad de los proyectos planificados.
Incrementos desproporcionados en licitaciones
El caso más extremo de inflación de costos se registró en el desagüe pluvial de General Santos-San Antonio. La obra, que debía costar 18.000 millones según el Plan de Inversión autorizado, experimentó un aumento del precio referencial hasta 50.966 millones de guaraníes. Finalmente fue adjudicada por 42.305 millones, representando un incremento del 135% sobre el monto originalmente previsto por las autoridades municipales.
La cuenca de Santo Domingo también experimentó sobrecostos significativos en su proceso licitatorio. Los 50.000 millones autorizados por la Junta Municipal se convirtieron en un precio referencial de 89.031 millones, registrando un aumento del 78%. La adjudicación final alcanzó los 72.389 millones de guaraníes, consolidando el patrón de incrementos desmedidos que caracterizó toda la gestión de Rodríguez.

Pereira identificó estos incrementos como resultado de una incorrecta determinación de los precios referenciales, sugiriendo posibles vicios en los procesos de contratación. La gestión municipal pagó 63.719 millones a los contratistas adjudicados por obras con avances que oscilan entre el 2% y el 35%, evidenciando la ineficiencia en la ejecución de los proyectos de infraestructura urbana.
Emisión innecesaria y pago de intereses
La estrategia de emisión de bonos en dos series separadas generó perjuicios financieros adicionales para la Municipalidad de Asunción. Pereira determinó que la primera serie de 180.000 millones de guaraníes habría sido suficiente para financiar las obras de las cuencas de Abasto y San Pablo, autorizadas en diciembre de 2022 pero iniciadas recién en 2024.
La segunda emisión de bonos resultó completamente innecesaria según el análisis del interventor. Las licitaciones para las cuencas de Santo Domingo y General Santos fueron aprobadas año y medio después de la primera serie, generando el pago innecesario de intereses que hasta junio de 2025 ascendieron a 75.617 millones de guaraníes.
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Esta demora deliberada en el inicio de las obras coincidió con las denuncias periodísticas sobre el desvío de los recursos de los bonos. La gestión de Rodríguez solo procedió a licitar los proyectos de infraestructura después de la exposición pública de las irregularidades en el manejo de los fondos destinados a obras públicas.
Problemas técnicos y falta de coordinación
El informe técnico elaborado por el ingeniero Julio Riquelme de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios reveló múltiples deficiencias en la ejecución de los proyectos. La verificación in situ de los cuatro desagües iniciados documentó retrasos constantes en los cronogramas y falta de avances significativos en la construcción de la infraestructura hídrica prometida.
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Las causales de los retrasos incluyen problemas no previstos en los proyectos originales, como la descarga de efluentes cloacales directamente a la red pluvial y la presencia de instalaciones eléctricas que obstaculizan las excavaciones. La falta de coordinación entre instituciones estatales como ESSAP y ANDE complicó la provisión de datos técnicos y la remisión de proyectos complementarios necesarios para la correcta ejecución de las obras.
Los problemas sociales también afectaron el desarrollo de los proyectos de infraestructura. La resistencia de vecinos y la necesidad de reubicación de viviendas generaron obstáculos adicionales que la gestión municipal no logró resolver adecuadamente, contribuyendo al retraso generalizado en la construcción de los desagües pluviales prometidos a la ciudadanía asuncena.
Fuente: ABC Color







