El Refugio Silvestre Urutaú, ubicado en Filadelfia, Chaco, comunicó oficialmente que ya no recibirá más animales debido a la crítica situación económica que atraviesa. La decisión marca un punto de quiebre para uno de los espacios más importantes en el rescate y rehabilitación de fauna silvestre en el país, que desde 2017 venía trabajando en el cuidado de especies amenazadas.
En su comunicado, la institución reconoció que durante años intentó sostenerse con recursos propios, sin apoyo constante del Estado y con limitadas colaboraciones privadas. “El costo mensual que conlleva la carga actual llega al límite de nuestras posibilidades”, expresaron, dejando en claro que, aunque los animales residentes seguirán bajo atención, no podrán recibir nuevos ingresos.

La trayectoria del refugio estuvo marcada tanto por logros significativos como por episodios dolorosos. Entre sus hitos más destacados se cuentan la liberación de más de 10 pumas, la reubicación de ocelotes, la recuperación de un aguará guazú y una nutria gigante, además de la entrega de 120 tortugas de patas rojas para repoblación en Argentina. También rescataron aves rapaces, ñandúes y más de 200 cotorras atrapadas en tendidos eléctricos.
Sin embargo, también enfrentaron dificultades, como el robo de ejemplares y el fallecimiento de un cachorro de jaguareté tras meses de tratamiento. Estos hechos reflejan la fragilidad del trabajo de conservación en un contexto con escaso respaldo institucional.
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El director del refugio, Holger Bergen, aseguró que analizarán los pasos a seguir respecto a la continuidad del centro y el manejo de los animales que permanecen allí. Aunque no se descarta un eventual cierre, enfatizó que los residentes actuales no quedarán desprotegidos.
“Sería irresponsable seguir recibiendo animales sin contar con medios para sostenerlos. No les faltará nada a los que hoy están aquí, pero no podremos aumentar más”, remarcó el comunicado.
Fuente: ABC Color







