El príncipe Andrés del Reino Unido, hermano del rey Carlos III, anunció su renuncia a todos sus títulos nobiliarios, incluido el de duque de York. La decisión fue tomada tras mantener conversaciones con el monarca y otros miembros de la familia real. Andrés señaló que las acusaciones en su contra se convirtieron en una distracción para la labor institucional de la corona.
El príncipe continuará ostentando su rango real, pero no retomará funciones públicas. Desde 2019, se mantenía apartado de la vida institucional debido a los señalamientos que lo vinculan con el fallecido financiero Jeffrey Epstein, condenado por delitos sexuales contra menores. Andrés afirmó que, pese a las denuncias, mantiene su inocencia y su decisión de permanecer alejado de los compromisos oficiales.
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El anuncio se produce días antes de la publicación del libro Nobody’s Girl, las memorias póstumas de Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein, que incluye nuevos pasajes sobre el presunto vínculo del príncipe con el escándalo. En el texto, Giuffre describe a Epstein como un “maestro de la manipulación” y reitera que el príncipe habría tenido encuentros sexuales con ella cuando tenía 17 años, afirmaciones que él niega categóricamente.
En 2022, Andrés llegó a un acuerdo extrajudicial con Giuffre, aunque no admitió responsabilidad. Aun así, los documentos filtrados y los correos electrónicos divulgados en los últimos años reavivaron la controversia. Entre ellos, se mencionan supuestos intercambios posteriores a su última reunión pública con Epstein, ocurrida en 2010 en Nueva York.
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El escándalo vuelve a empañar la imagen del duque, quien ya había perdido sus títulos militares y su papel dentro de los actos oficiales de la Casa Real. Según fuentes cercanas al Palacio de Buckingham, la decisión de renunciar al resto de sus honores busca proteger la estabilidad de la monarquía en medio del constante escrutinio mediático.
Analistas británicos consideran que esta renuncia representa la etapa final de la caída pública de Andrés. Sus vínculos con Epstein, las acusaciones y los acuerdos judiciales cerraron definitivamente su participación en la esfera real, marcando uno de los capítulos más controvertidos de la historia reciente de la familia Windsor.
Fuente: BBC







