La activista Virginia Giuffre, reconocida internacionalmente por haber denunciado los abusos sexuales de Jeffrey Epstein y al príncipe Andrés de Inglaterra, falleció a los 41 años en Australia. Su muerte, confirmada por familiares a la BBC, ocurrió en su granja en Neergabby, Australia Occidental, tras quitarse la vida.
Giuffre fue una figura central en la revelación de una vasta red de abuso sexual y trata de personas que involucró a personalidades influyentes de la élite internacional. Años atrás, su testimonio ayudó a desmantelar la imagen de impunidad en torno a Epstein y su entorno.
La noche de este 25 de abril se notificó el fallecimiento repentino de Virginia Giuffre víctima de Jeffrey Epstein.
Giuffre fue conocida por su valiente papel en el destape de los delitos de abu*s0 s3xual cometidos por Epstein y denunciarlo ante las autoridades, asimismo, acuso… pic.twitter.com/44KfeQqh8q
— MÉXICO AL MINUTO (@mexico_alminuto) April 26, 2025
Según el comunicado familiar, la activista luchó durante toda su vida contra las secuelas de los abusos sufridos. A pesar de sus esfuerzos como defensora de otros sobrevivientes, el peso emocional derivado de su historia terminó siendo insoportable.
La trayectoria de Giuffre se entrelazó desde 1999 con la de Epstein y Ghislaine Maxwell, quienes, según sus denuncias, la reclutaron y explotaron sexualmente cuando aún era menor de edad. Posteriormente, su caso se convirtió en uno de los emblemas del movimiento #MeToo.
Virginia también impulsó acciones legales contra el príncipe Andrés. En 2022, logró un acuerdo extrajudicial en el que el hijo de la reina Isabel II aceptó pagar una suma económica, sin admitir responsabilidad, pero expresando arrepentimiento por su vínculo con Epstein.
La activista estadounidense-australiana fundó Speak Out, Act, Reclaim, una organización dedicada a empoderar a sobrevivientes de trata sexual. Su compromiso fue un faro para muchas otras víctimas que buscaban justicia y reconocimiento.
No obstante, en los últimos meses enfrentaba problemas personales y familiares. Según medios australianos, había atravesado una separación matrimonial y tenía antecedentes recientes de conflictos familiares judicializados.
El 22 de marzo, en un posteo de Instagram, Virginia confesó su dolor por estar separada de sus hijos. Expresiones de angustia como esas marcaron sus últimas publicaciones, reflejando un estado emocional frágil que no pasó desapercibido.
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Asimismo, reportes de medios locales mencionaron un accidente automovilístico que habría sufrido semanas antes de su fallecimiento, aunque la policía australiana no logró confirmar los detalles.
Su muerte reabre debates sobre el impacto prolongado que las víctimas de abuso sexual enfrentan, incluso después de años de lucha y reconocimiento público. La valentía de Giuffre permitió visibilizar redes de explotación encubiertas tras figuras de poder.
Hoy, su partida deja un vacío inmenso en la comunidad internacional de derechos humanos, recordando que, pese a los avances en justicia, las heridas profundas de la violencia sexual siguen costando vidas.
Fuente: BBC
