La operación Conexión CV expuso no solo una estructura criminal, sino también un grave choque entre la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y el Ministerio Público. Durante el despliegue, el ministro Jalil Amir Rachid Segovia lanzó duras expresiones contra la fiscala adjunta de Narcotráfico, a quien reprochó la falta de respuesta ante un pedido de allanamiento considerado clave por los agentes.
El procedimiento principal se desarrolló en el local de la empresa VGC SA, ubicado en la calle Tamanacuna casi Álvar Núñez Cabeza de Vaca, a dos cuadras de la avenida Cacique Lambaré. El inmueble está en el barrio Cuatro Mojones, ciudad de Lambaré, departamento Central, y según la Senad funcionaba como uno de los centros de operaciones de la organización.
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En ese lugar fueron detenidos el dueño de la firma y supuesto líder de la banda, Víctor Manuel Greco Céspedes, de 37 años, y sus presuntos colaboradores Gustavo Alejandro González Díaz, de 31 años, y Luis Miguel Duarte Benítez, de 35 años. Todos quedaron a disposición del Ministerio Público tras la intervención de los agentes especiales de la Dirección de Operaciones Urbanas.
#ALaGran730 Fiscal frustró continuidad de Operación Conexión CV, según ministro de la Senad.
«Son una vergüenza». «Por eso están como están». «Tienen el freno de mano levantado». Fueron algunas de las cosas que dijo ayer el ministro de la Senad, Jalil Rachid, a la fiscal… pic.twitter.com/qEfZLopUVu
— ABC Cardinal 730 AM (@ABCCardinal) November 25, 2025
Los intervinientes incautaron municiones de distintos calibres, incluso proyectiles .50 para fusiles antiaéreos. También hallaron 27 kilos de marihuana en cera alojados en una conservadora y detectaron una caleta oculta en una pared falsa. Además, incautaron vehículos que aparentemente eran utilizados para el transporte de cargas ilícitas hacia Brasil.
Otro punto llamativo fue el hallazgo de varias piezas de fusiles y de una máquina sofisticada destinada al ensamblaje de armas largas. El allanamiento contó con la presencia del fiscal de Narcotráfico Ranulfo Arnaldo Venialgo. Con los datos aportados por los detenidos en Lambaré, los agentes identificaron un segundo punto de referencia de la estructura.
Ese segundo objetivo sería una vivienda en el Cuarto Barrio de Luque, señalada por los investigadores como aguantadero de drogas y armas. Cuando los agentes rodearon el lugar, un automóvil salió de la casa. El vehículo estaba conducido por Gustavo Ariel Ferreyra Da Silva Quiñónez, de 33 años, quien fue detenido al constatarse que llevaba seis panes de cocaína de un kilo cada uno.
La información operativa indicaba que dentro de la vivienda habría otros 100 kilos de cocaína y al menos 25 fusiles de guerra. Sin embargo, los agentes de la Senad no pudieron ingresar porque la Fiscalía se negó a gestionar la orden de allanamiento. El propio ministro Jalil Rachid llamó desde Lambaré a la fiscala adjunta de Narcotráfico, Matilde Elena Moreno Irigoitía, para solicitar la autorización judicial para el procedimiento en Luque.
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Según relató posteriormente Rachid, la fiscala respondió que el pedido no estaba suficientemente fundamentado. Esa negativa generó la airada reacción del ministro, quien le expresó que “son una vergüenza”, que “por eso están como están” y que “tienen el freno de mano levantado”, en referencia a la situación actual del Ministerio Público. La discusión ocurrió frente a varios agentes especiales y funcionarios fiscales presentes en el operativo.
Ante lo que consideró una negativa sospechosa, que habría impedido incautar la droga y las armas que supuestamente estaban en la casa de Luque, el ministro ordenó levantar la vigilancia en la zona. De esa manera, los agentes abandonaron el lugar y dejaron el inmueble sin custodia. Según Rachid, tras lo ocurrido con la fiscala adjunta, a la Senad solo le queda seguir trabajando dentro de sus competencias, pese a las trabas que denuncia en la coordinación con el Ministerio Público.
Fuente: ABC Color
