El 11 de noviembre de 1991, Paraguay fue testigo de un momento memorable: el regreso de los restos de José Asunción Flores, el renombrado creador de la guarania. Este evento no solo marcó el fin de una larga espera, sino que también representó la reconciliación de un artista con su patria, tras haber vivido en el exilio desde 1947. A su llegada, miles de personas se reunieron para darle un homenaje póstumo, sellando así el cariño y respeto que su país siempre le guardó.
José Asunción Flores, nacido en el humilde barrio de la Chacarita, en Asunción, tuvo una vida llena de desafíos. Desde muy joven, trabajó en diversos oficios para ayudar a su familia, pero su destino cambió cuando ingresó a la Banda de la Policía, donde comenzó su formación musical. Allí, bajo la guía de maestros locales y extranjeros, descubrió su talento y empezó a desarrollarse como músico. Este camino lo llevó a crear la guarania, un género que buscaba expresar el sentimiento del pueblo paraguayo.
El género de la guarania, nacido oficialmente en 1925 con la pieza “Jejuí”, pronto se convirtió en el símbolo musical del Paraguay. Flores continuó enriqueciendo este género con composiciones como “India” y “Ka’aty”, que reflejan la esencia cultural de su tierra. A pesar de la popularidad alcanzada en su país, la vida de Flores estuvo marcada por las adversidades. Durante la dictadura de Stroessner, fue obligado a exiliarse por su afiliación al Partido Comunista, alejándose de su hogar y de su gente.
Durante sus años en el exilio, Flores permaneció fiel a su identidad paraguaya. Su música y su amor por el país nunca menguaron, y siempre soñó con regresar algún día. Sin embargo, la dictadura le impidió retornar en vida. No fue sino hasta el final del régimen en 1989 que una comisión retomó los esfuerzos para traer sus restos al país. Dos años después, en 1991, finalmente se concretó el regreso del maestro a su tierra natal.
Unite a nuestro canal de WhatsApp
La obra y el legado de José Asunción Flores no solo enriquecieron la cultura paraguaya, sino que también captaron la atención de la comunidad internacional. Hoy, su guarania es reconocida como Patrimonio Cultural de Paraguay, y se trabaja para que sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. La influencia de Flores se mantiene viva en cada interpretación de la guarania, recordándonos su contribución única al patrimonio musical mundial.
El retorno de José Asunción Flores a Paraguay sigue siendo un símbolo de la importancia de preservar y honrar la cultura nacional. En su barrio natal, la casa donde creció se ha convertido en un museo en su honor, y sus vecinos continúan recordando al maestro con respeto. Así, Flores sigue presente en la memoria de su pueblo, como un ejemplo de amor por su patria y compromiso con su arte.
Fuente: La Nación
