El cielo de Ucrania volvió a cubrirse de amenazas. En apenas 24 horas, Rusia lanzó 363 drones Shahed y drones señuelo, además de ocho misiles de crucero contra territorio ucraniano. Sin embargo, la gran mayoría de esos aparatos fueron interceptados o bloqueados electrónicamente, según reportó este viernes la Fuerza Aérea de Ucrania.
De acuerdo con el reporte, solo cuatro drones lograron atravesar las defensas y dos misiles alcanzaron sus objetivos, causando la muerte de tres personas en Dnipro, además de varios heridos y daños materiales. Se trata de uno de los ataques más intensos desde el inicio del año.
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Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ruso informó que derribó 39 drones ucranianos en diversas regiones del este, incluidos 19 en Rostov y 13 en Volgogrado. En Crimea, incluso, se suspendieron momentáneamente los vuelos y se cerró el Puente de Crimea ante los ataques ucranianos.
El conflicto ha entrado en una fase de alta tecnología, donde el uso masivo de drones se ha convertido en protagonista. Los Shahed rusos —drones suicidas fabricados con tecnología iraní— han sido modificados localmente para aumentar su capacidad destructiva. Estas aeronaves no tripuladas se lanzan en picada, explotan al contacto y son fácilmente identificables por su zumbido constante.
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En respuesta, Ucrania ha perfeccionado su sistema de bloqueo electrónico, considerado su mejor arma defensiva ante este tipo de ofensivas. Además, el país ha desarrollado sus propios drones de largo alcance, incluidos vehículos marítimos no tripulados, y ha formado a miles de pilotos de drones para operaciones tanto defensivas como ofensivas.
La ONU también alertó sobre el impacto de estos ataques en la población civil. Según un informe reciente de su Misión de Monitoreo de Derechos Humanos, los drones de corto alcance han causado al menos 395 muertes civiles y más de 2.600 heridos desde el inicio de la guerra, el 90% provocados por las fuerzas rusas.
Fuente: Infobae
