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Cobertura de agua y saneamiento son deficientes y de poca calidad en Paraguay

El experto José Carlos Rodríguez, director del área de investigación, de la organización Investigación para el Desarrollo, manifestó que actualmente la ciudadanía paraguaya no cuenta con una cobertura de agua y saneamiento de calidad. Sostuvo que todos los habitantes de un país tienen los mismos derechos y dignidad, sin embargo en Paraguay no se respeta dicha condición.

Agua y saneamiento de calidad. Foto: Reseña.

Un estudio efectuado por el profesional junto con la organización ID, reveló que el sistema de cobertura de agua en el país no es lo suficientemente eficiente, y predomina la autogestión de la gente para resolver el tema.

Además presenta grandes falencias que pueden perjudicar la salud de la población.

La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) y el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa) son los entes encargados  de proveer el servicio de agua en gran parte del país. Ambos cuentan con deficiencias en los servicios, según estudios.

Rodríguez explicó que todo ciudadano debe ser respetado en su dignidad y que es el Estado el encargado de cuidar la salud y la calidad de sus habitantes.

En relación al tema, indicó que el Gobierno paraguayo no cumple en su totalidad con dicha situación.

Estudio

El experto indicó que en las zonas más urbanas y solventes se cuenta con la Essap, que ahora es semiprivatizada.

En tanto que en las zonas rurales y urbanas periféricas, predomina SENASA, que tiene un régimen de autogestión, aunque con equipamiento inicial público. A esto se suman los ‘aguateros’, empresas proveedores que cubren las carencias de Senasa y de Essap.

 

Aunque también tengan sus propias carencias y no están monitoreados en la medida necesaria para garantizar la calidad del agua.

Este sistema actual tiene el mérito de haber cumplido una cobertura importante. Si bien ella es baja en relación a los demás países de la región.

Mencionó que “las cosas son más difíciles en Paraguay, porque cerca del 36% de la población es rural, y entonces, los servicios públicos de provisión de agua son más costosos y difíciles”.

Por otra parte, la participación popular en la autogestión del agua tiene un componente ejemplar.

«Fue ampliamente estimulado y elogiado, por constituir un esfuerzo que permite gozar de un bien público a un nivel superior al de sus recursos pecuniarios, y basado en su propio esfuerzo y autoayuda», agregó.

Acotó que es un ahorro del Estado que tradicionalmente tiene una política de baja progresividad en el origen y el destino de los recursos públicos.

Remarcó que como en otros casos de sistemas complejos de salud y educación, de Paraguay, y todavía más que en los otros, hay un enorme déficit de regulación y una diferencia de calidad entre los sistemas, que resulta injusto.

Planteamientos

Rodríguez expresó además que se intenta avanzar en calidad de vida beneficiando a la población dentro de compromisos internacionales asumidos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (OSD).

“Sin embargo el cumplimiento de los ODS no están bien articuladas en las políticas y la acción multisectorial, en una visión nacional y local que incluya las inversiones, en los modelos de gestión ni las prácticas efectivas”, señaló.

Los estudios sobre el tema plantean la necesidad de control y regulación por parte del Gobierno. El proyecto de autosustentación de las Juntas de Saneamiento no se cumple sino en casos excepcionales.

Lamentó que la calidad es deficiente, ya que ningún sistema en realidad está garantizado y certificado en forma sistemática, ni el de Essap ni el de Senasa.

Finalmente puntualizó que no está previsto un calendario para cumplir los ODS, que incluya coste operacional, inversiones comunes, inversiones especiales como drenaje o nuevas fuentes, formalización de las conexiones, según indican otros análisis.

Sociólogo e investigador  José Carlos Rodríguez. Foto: Meliza Plaz RDN.