Balderas Garza fue sentenciado por el Juez Primero de Distritos de Procesos Penales Federales en el Estado de México, luego de probar su participación en la delincuencia organizada, particularmente en la modalidad de delitos contra la salud, de acuerdo a los informes de “El Proceso México”.
«El JJ» fue aprehendido en 2011, en una de las zonas con mayor poder adquisitivo en Ciudad de México.
Asimismo, de acuerdo a los reportes, está vinculado al cártel de los Beltrán Leyva.
Además era el encargado de la distribución de drogas en la capital mexicana y municipios del Estado de México como Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán y Huixquilucan.
En relación al atentado contra el jugador paraguayo, Balderas Garza afirmó que luego de la agresión a Cabañas, le puso precio a la cabeza de su escolta, quien fue testigo del hecho.
Aunque las sospechas apuntan a que en realidad lo hizo para tratar de silenciar a su exguardaespaldas.
El propio Salvador Cabañas identificó al JJ como su agresor, luego de tener una discusión en el baño de El Bar Bar.
Salvador Cabañas
El atleta paraguayo se encontraba en el momento más brillante de su carrera cuando recibió el disparo.
El hecho lo alejó de las canchas y comentó en una entrevista con ABC, que en el momento del atentado tenía un precontrato por USD 1.700.000 para una transferencia al Manchester United o a otro club grande de Europa.
Refirió que el club América le pagaba el salario como a un profesional europeo.
“Me dio un departamento en Acapulco y otro en Cancún para retenerme», mencionó Cabañas.
Por aquel entonces era la figura del fútbol mexicano, goleador del Club América y capitán de la selección Albirroja.
Una vez fuera de los campos de juego, con 33 años, intentó recomponer su vida trabajando en una panadería familiar que logró regalarle a su padre con el poco dinero que le quedó después de su divorcio.
