Gusmán Acosta se encuentra apostado en la Plaza de Armas, frente al Congreso. Manifestó que se vio obligado junto a su familia a salir de su vivienda a causa de la crecida del río.
Explicó a RDN que seis líderes de la zona se acercaron hasta la Municipalidad de Asunción para conversar con el jefe de la Comuna, Mario Ferreiro, sobre la notificación de desalojo del lugar que recibieron el viernes.
En relación al tema señaló que Ferreiro escuchó sus planteamientos y decidió darles un plazo de tres meses mientras se encuentra una solución al problema que afecta a cientos de familias.
Don Acosta es trabajador del Poder Judicial, desde hace 30 años, y con su esposa e hijos debió huir de la crecida.
Remarcó que la mayoría de los damnificados son personas luchadoras, y que si decidieron ocupar las plazas es porque se vieron obligados a ubicarse en dichos lugares.
“La necesidad tiene cara de hereje, lastimosamente gran parte de la ciudadanía nos ven como delincuentes. Sin embargo ocupamos los sitios públicos por necesitad. No es por gusto”, apuntó.
Asimismo mencionó que tuvieron muchos gastos por la mudanza. Aclaró que los camiones de la municipalidad no abastecieron, por ello debieron pagar el flete particular que les costó G. 300 mil.
Detalló además que hasta el momento tuvieron inmensos gastos, con la compras, incluso pagaron para la construcción de las precarias viviendas.
Así también indicó que tienen agendada una fecha para reunirse con Mario Ferreiro, la semana que viene.
Reveló que el objetivo de la próxima reunión es buscar una solución definitiva para los afectados.
Finalmente lamentó la falta de compresión por parte de gran parte de la ciudadanía, que está molesta por la ocupación. Y subaryó que nadie desea vivir de la manera como están actualmente.
“Huimos del río, de las vivoras y demás alimañas que trae el agua, nuetra vida corre peligro en muestras casas”, agregó.
