Un representante de alto rango de la administración de la prisión de Butyrskaya, en el distrito de Tverskoy, en el centro de Moscú, está siendo investigado por establecer una granja de criptominería. También conocida como Butyrka, esta es la penitenciaría más antigua de Rusia, construida en 1771.
El hardware de acuñación de monedas se encontró en las instalaciones de una clínica psiquiátrica a cargo del Servicio Penitenciario Federal en la prisión.
El Comité de Investigación de la Federación Rusa está revisando a uno de los subdirectores por posible abuso de poder, informó esta semana el diario de negocios Kommersant. El funcionario, junto con sus cómplices que aún no fueron identificados, instaló el equipo de minería en noviembre de 2021. Las plataformas extrajeron criptomonedas hasta febrero de este año.
Durante ese período, las máquinas consumieron casi 8.400 kW de electricidad pagados por el gobierno a un costo total de más de 62.000 rublos (cerca de USD 1.000). Por ello, se acusa al vicealcalde de “actos que claramente van más allá de sus atribuciones, vulnerando significativamente los intereses jurídicamente tutelados de la sociedad o del Estado”.
La criptominería con electricidad subvencionada y, en ocasiones, robada se convirtió en una atractiva fuente de ingresos adicionales para muchos rusos, de acuerdo con el informe de Bitcoin.com
Regiones como Krasnoyarsk Krai y el Óblast de Irkutsk, que históricamente han mantenido tarifas eléctricas bajas para la población y las instituciones públicas, se han convertido en focos de actividad no autorizada.
Se culpó a los mineros ilegales de frecuentes averías y apagones, particularmente en áreas residenciales donde las redes eléctricas no pueden manejar las cargas excesivas. Para hacer frente al fenómeno, la agencia antimonopolio de Rusia propuso recientemente la introducción de tarifas eléctricas más altas para los criptomineros domésticos.
