Los grupos delictivos que controlan la zona limítrofe entre Paraguay y Brasil, en la región de las Tres Fronteras, mueven buena parte de los estupefacientes, cigarrillos y artículos electrónicos mediante unos 300 puertos clandestinos distribuidos en riberas del lago de la represa de Itaipú y parte del río Paraná. Esta infraestructura ilegal se extiende entre las urbes brasileñas de Foz de Yguazú y Guaíra.
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Es difícil precisar el volumen exacto de mercadería ilícita que transita desde esta área hacia grandes centros de consumo del país vecino. Pero como indicio, solo la Policía Federal local incautó 195 toneladas de drogas en 2023 tras controles en rutas del estado de Paraná, un 46% más que el año previo. A esto hay que sumar decomisos de otras fuerzas, por lo que el total anual bien podría elevarse a 400 toneladas.
Los datos evidencian la enorme logística de los contrabandistas: gran número de embarcaciones, vehículos y propiedades funcionando como centros de acopio en varios municipios paranaenses. En el curso bajo del río Paraná los botes son más pequeños debido a las menores distancias, operando con sigilo para evadir vigilancia.
Aparte de la infraestructura portuaria informal, se transportan narcóticos y mercadería de contrabando en ruedas de camiones, dentro de cargamentos de granos, en furgonetas, motos e incluso con drones, demostrando la creatividad para burlar controles.
La Policía de Brasil encontró la embarcación cargada con productos electrónicos. Según informó, el bote partió de uno de los puertos clandestinos que funciona en la costa paraguaya. pic.twitter.com/VBd8ZOMU1v
— onlivepy (@onlivepy) January 29, 2024
La Policía Federal brasileña mapeó esos 300 atracaderos ilegales y viene ejecutando la operación Importunus para desmantelarlos, con intervenciones interinstitucionales que incluyen demolición con máquinas y explosivos. Buscan ademas proteger el medioambiente afectado por accesos y basurales de esos recintos.
Los grupos delictivos reclutan informantes, estibadores, pilotos y choferes de distintos estratos sociales para sus actividades ilícitas en la zona lacustre.
Las fuerzas de seguridad realizan patrullajes, bloqueos fluviales y otros operativos coordinados para intentar disminuir esas maniobras, aunque con resultado limitado hasta ahora.
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El lago de Itaipú tiene 170 kilómetros de largo, abarcando territorio de 16 ciudades brasileñas y siendo considerado de intenso tráfico ilegal desde Paraguay. Pese a esto, hay apenas dos terminales aduaneros habilitados sobre sus aguas, lo que evidencia el gran predominio de la infraestructura y operaciones informales que facilitan el contrabando.
Fuente: Última Hora







