Política

Diputados critican corporativismo mafioso de Honor Colorado

Los diputados Alexandra Zena (CN) y Raúl Benítez (PEN) cuestionan el corporativismo de Honor Colorado al defender a Yamil Esgaib y amenazar con perseguir a periodistas.

Alexandra Zena, diputada de Cruzada Nacional. Foto: Gentileza

Los diputados Alexandra Zena (CN) y Raúl Benítez (PEN) alzaron sus voces contra el corporativismo demostrado por los legisladores de Honor Colorado al defender al diputado Yamil Esgaib, acusado de violencia reincidente.

Zena criticó duramente la actitud de los parlamentarios oficialistas, señalando que utilizan la regla de la mafia de «no tocar a la familia» y cuestionó si el Congreso se ha convertido en una organización criminal.

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La diputada Zena, visiblemente ofuscada, recalcó que la libertad de expresión y de prensa deben ser respetadas en la casa del pueblo y exigió que se deje de defender a personas violentas y reincidentes como Esgaib. Asimismo, rechazó la idea de agradecer al diputado por no presentar una denuncia, subrayando la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la labor legislativa.

Por su parte, el diputado Raúl Benítez (PEN) expresó su preocupación por las amenazas lanzadas por su colega Derlis Rodríguez (ANR-HC), quien sugirió que los periodistas pueden ser denunciados y perseguidos. Benítez recordó que el Congreso pertenece a la ciudadanía y no a los diputados, y advirtió sobre el peligro de legislar para intereses mezquinos.

El parlamentario del Partido Encuentro Nacional comparó las declaraciones de Rodríguez con las prácticas de persecución a periodistas durante la dictadura de Alfredo Stroessner. Benítez denunció que el gobierno actual ya utiliza la justicia para perseguir a las voces disidentes, incluyendo a los profesionales de la prensa, lo que representa una grave amenaza a la libertad de expresión y al derecho a la información.

El corporativismo exhibido por los diputados de Honor Colorado ha generado indignación entre la oposición y la ciudadanía. La defensa a ultranza de Yamil Esgaib, acusado de violencia reincidente, y las amenazas contra periodistas son señales alarmantes de un retroceso democrático y un intento de silenciar a quienes ejercen su labor de informar y fiscalizar a los poderes públicos.

Fuente: ABC Color