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Catástrofe en Argentina: Inundaciones mortales asolan Bahía Blanca

Un temporal devastador ha sumergido gran parte de Bahía Blanca bajo las aguas, dejando seis víctimas fatales y decenas de familias evacuadas.

Las calles inundadas por fuertes lluvias, en Bahía Blanca (Argentina). Foto: Christian Romero

Un temporal devastador ha sumergido gran parte de Bahía Blanca bajo las aguas, dejando hasta el momento seis víctimas fatales y decenas de familias evacuadas. Las autoridades argentinas han decretado alerta roja mientras luchan contra una de las peores inundaciones que ha sufrido la región en años.

Ciudad bajo el agua

La ciudad de Bahía Blanca, ubicada a 650 kilómetros al sur de Buenos Aires, se encuentra parcialmente sumergida tras las intensas precipitaciones registradas entre la noche del jueves y la madrugada del viernes. Con más de 200 milímetros de lluvia caídos en pocas horas, el impacto ha sido catastrófico para esta importante urbe portuaria argentina.

El desbordamiento del canal Maldonado y del Arroyo Napostá ha provocado que grandes sectores de la ciudad queden completamente inaccesibles por vía terrestre. La situación resulta especialmente crítica en las zonas bajas, donde el agua ha alcanzado niveles alarmantes, impidiendo cualquier tipo de desplazamiento convencional y dejando a numerosos vecinos atrapados en sus hogares.

Tras un breve respiro durante la mañana del viernes, las precipitaciones se intensificaron nuevamente al mediodía, complicando aún más los esfuerzos de rescate y asistencia. Las previsiones meteorológicas no son alentadoras, ya que se espera que las lluvias continúen durante toda la tarde, agravando la ya precaria situación de miles de habitantes.

Respuesta de emergencia nacional

El Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), dependiente del Ministerio de Seguridad Nacional, ha activado la Alerta Roja para la región, movilizando todos los recursos disponibles. Un impresionante despliegue de emergencia ha sido puesto en marcha, con la participación coordinada del Ejército, Bomberos, Policía de la provincia de Buenos Aires, Defensa Civil, la Armada y Prefectura Naval.

Las autoridades locales están utilizando maquinaria pesada y camiones para las complejas tareas de evacuación, que ya han permitido poner a salvo a más de 50 familias. Sin embargo, el comité de crisis advierte que numerosas solicitudes de asistencia permanecen pendientes, en gran medida debido a la imposibilidad de acceder a determinadas zonas de la ciudad.

La Municipalidad de Bahía Blanca ha calificado oficialmente el evento como una catástrofe natural, mientras distintas autoridades, tanto nacionales como provinciales, se dirigen al lugar para coordinar las operaciones de rescate y evaluación de daños. Las autoridades han hecho un llamamiento a la población para que evite desplazamientos innecesarios que puedan complicar las labores de los equipos de emergencia.

Infraestructuras colapsadas

El impacto de las inundaciones ha paralizado prácticamente toda la actividad en la ciudad. El transporte público ha sido interrumpido indefinidamente, mientras que el aeropuerto ha cancelado todos los vuelos hasta nuevo aviso. Vialidad Nacional ha solicitado encarecidamente evitar la circulación tanto en la ciudad como en sus alrededores debido al peligroso estado de las carreteras.

Particularmente dramática es la situación en el Hospital Penna, principal centro médico de Bahía Blanca, que se encuentra completamente colapsado. Las salas de urgencias y el área de neonatología han sido severamente afectadas por la entrada masiva de agua, obligando a la evacuación de numerosos pacientes, incluyendo recién nacidos en estado crítico, hacia instalaciones más seguras.

Como medida preventiva ante el riesgo de electrocución y para facilitar las labores de rescate, las autoridades han dispuesto el corte del suministro eléctrico en los sectores más afectados por las inundaciones, lo que complica aún más la situación de los habitantes y los servicios esenciales.

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Esta catástrofe pone de manifiesto una vez más la vulnerabilidad de las infraestructuras urbanas ante fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes en el contexto del cambio climático global. Expertos señalan que eventos como el que sufre actualmente Bahía Blanca podrían volverse más comunes en el futuro, lo que exige una revisión profunda de los sistemas de prevención, alerta temprana y respuesta ante desastres naturales en toda la región.

Mientras tanto, la ciudad continúa luchando contra el agua y el tiempo, en un esfuerzo desesperado por salvar vidas y minimizar los daños materiales de una catástrofe que ya ha dejado una huella imborrable en la historia de esta importante ciudad argentina.

Fuente: ABC Color