Ante la falta de acceso al programa Hambre Cero, el director Damián Acosta del Colegio Don Manuel González, ubicado en el barrio Mbachió de Lambaré, decidió actuar por cuenta propia. Cada día, utiliza recursos personales para garantizar la alimentación de 82 alumnos que asisten a la institución, muchos de ellos provenientes de familias de escasos recursos.
Acosta explicó que, pese a haber gestionado y presentado la documentación correspondiente para incluir al colegio en el programa de alimentación escolar, los alimentos nunca llegaron. Frente a esta situación, improvisó una solución diaria, comprando productos básicos para asegurar que los estudiantes cuenten con una merienda mínima.
El director relató que el año pasado, ante la misma carencia, recurrieron a la organización de ollas populares para cubrir las necesidades básicas de los alumnos. Afirmó que, en la mayoría de las escuelas de Lambaré, el nivel medio sufre un proceso de despoblamiento, donde uno de los principales factores es la falta de nutrición adecuada entre los estudiantes.
El acceso irregular o inexistente a programas de alimentación escolar impacta directamente en la permanencia educativa, ya que muchos niños abandonan sus estudios por falta de condiciones mínimas que garanticen su bienestar físico y su desempeño académico.
Hambre Cero aún no llega a todos los colegios
El programa Hambre Cero, impulsado a nivel nacional para mejorar la nutrición en instituciones educativas, aún no logra una cobertura total. Casos como el del Colegio Don Manuel González reflejan las limitaciones del sistema en alcanzar a las comunidades más vulnerables, dejando a alumnos expuestos a la inseguridad alimentaria.
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Acosta expresó su deseo de que el programa llegue pronto a su institución, señalando que la inclusión permitiría aliviar la carga económica que actualmente asume de manera voluntaria y, sobre todo, ofrecer a los alumnos una oportunidad de mejorar su calidad de vida.
Educación como proyecto de vida y dignidad
Para Damián Acosta, el colegio representa más que un centro educativo: constituye un verdadero hogar para los estudiantes. Su objetivo es proporcionar un entorno donde los jóvenes se sientan valorados, apoyados y motivados para continuar sus estudios, pese a las dificultades económicas que enfrentan.
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El compromiso del director evidencia la importancia de fortalecer los programas de asistencia social en el ámbito escolar y de garantizar que las políticas públicas lleguen efectivamente a quienes más lo necesitan, priorizando el derecho a la educación y a una vida digna.
Fuente: ABC Color