En Estambul se desarrolló este viernes un nuevo intento de negociación directa entre las delegaciones de Rusia y Ucrania, el primero desde 2022. El encuentro, de apenas una hora y 45 minutos, fue mediado por el canciller turco Hakan Fidan, según confirmó la agencia estatal Anadolu.
La cita reunió a funcionarios de alto nivel de ambos países, aunque las posiciones se mantuvieron estancadas. Moscú reiteró su exigencia de que Kiev retire a sus tropas de las regiones que Rusia reclama como propias, entre ellas Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, además de la península de Crimea, anexionada en 2014. Esta condición fue rechazada de plano por Ucrania.
Empiezan las primeras conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania en tres años, después de que Kiev las abandonara en mayo de 2022
Las negociaciones debían empezar ayer, pero se aplazaron hasta hoy pic.twitter.com/gsawi5Zj0N
— El Ojo (@ElOjoEn) May 16, 2025
La televisión pública ucraniana, Suspilne, informó que se trata solo de una pausa en las conversaciones, sin precisar si habrá continuidad. Lo cierto es que no se anunciaron nuevos encuentros, y el ambiente sigue marcado por la desconfianza.
Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, el Kremlin sostiene que uno de los puntos claves para una solución es impedir que Ucrania se sume a la OTAN. A su vez, el presidente ruso Vladimir Putin continúa sin reconocer la legitimidad del mandatario ucraniano Volodimir Zelensky, alegando que su mandato expiró en mayo pasado.
Del otro lado, Ucrania mantiene su reclamo central: que Rusia retire completamente sus fuerzas del territorio ucraniano. Zelensky ha enfatizado que Crimea sigue siendo parte de Ucrania y que cualquier cesión territorial está fuera de discusión.
Además, Kiev insiste en recibir garantías de seguridad internacionales para evitar una nueva invasión. La propuesta más fuerte es su ingreso a la OTAN, aunque esa opción sigue siendo descartada tanto por Moscú como por sectores conservadores de Estados Unidos.
En paralelo, Ucrania y varios países europeos analizan la creación de un contingente militar que permanezca en el país como medida disuasiva, algo que Rusia también rechaza de forma tajante.
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Zelensky y sus aliados occidentales propusieron semanas atrás un alto el fuego de 30 días como condición previa para cualquier proceso de diálogo. No obstante, Moscú descarta esta idea, argumentando que solo serviría para que las fuerzas ucranianas se rearmen.
Por ahora, la reunión en Estambul no arrojó avances concretos. La posibilidad de una nueva ronda de conversaciones queda en suspenso, y el conflicto sigue sin un horizonte claro de resolución.
Fuente: Infobae