Salud

Cómo sobrellevar el Día del Padre en ausencia

El Día del Padre puede causar tristeza ante la pérdida o ausencia. Este artículo ofrece claves emocionales para afrontarlo desde el autocuidado y la verdad.

Credit: seb_ra/via Getty Images

El Día del Padre, cargado de mensajes de amor y celebración, no es igual para todos. Para quienes crecieron sin la figura paterna o enfrentan el dolor de una pérdida, esta fecha puede representar un momento de introspección, tristeza o desconcierto emocional. La presión de conmemorar puede acentuar la ausencia.

Las emociones no siguen calendarios. El duelo por un padre fallecido puede reactivarse en estos días, incluso años después. El recuerdo puede provocar lágrimas o silencio, y ambas reacciones son válidas. No se trata de forzar sonrisas, sino de permitirse sentir lo que aparece.

En familias donde la figura paterna estuvo ausente o fue conflictiva, esta fecha despierta otras heridas. Sentimientos como la indiferencia, el enojo o la confusión emocional también tienen un lugar. Reconocer esa historia sin idealizarla puede iniciar un camino de sanación basado en la verdad.

Una herramienta efectiva es crear rituales personales. Encender una vela, escribir una carta que no se enviará o visitar un lugar especial puede ofrecer una forma simbólica de reencontrarse con el pasado desde una perspectiva distinta, sin necesidad de negarlo ni dramatizarlo.

Compartir la jornada con alguien de confianza puede aliviar el peso emocional. Expresar que no se desea festejar o simplemente rememorar una anécdota también es una manera de honrar lo vivido. Pedir compañía o asistir a espacios terapéuticos no es señal de debilidad, sino de autocuidado.

Es importante recordar que cuidarse también es válido. Elegir no exponerse a contenidos sensibles en redes, preparar una comida reconfortante o tomarse el día con calma ayuda a atravesar la fecha sin presión externa. El bienestar propio debe estar en el centro.

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Recordar sin dolor es una meta a largo plazo. En quienes tuvieron un vínculo positivo, recuperar enseñanzas, costumbres o frases paternas puede convertirse en un homenaje íntimo y sereno. La ausencia no anula el legado.

Aceptar lo que uno siente, sin juzgarlo, es el punto de partida. El Día del Padre sin padre no tiene un guion único. Cada persona puede escribir el suyo, con sinceridad emocional y sin expectativas ajenas.

La memoria emocional también se transforma. Con el tiempo, la ausencia puede convivir con la gratitud, la calma y hasta con el perdón. Y en ese proceso, cada paso, por pequeño que sea, cuenta.

Fuente: ABC Color