Tatiana Gabaglio tenía apenas siete años cuando el incendio del supermercado Ycuá Bolaños marcó su vida para siempre. Aquel 1 de agosto del 2004, el fuego arrasó con más de 400 vidas, pero Tatiana sobrevivió. Las quemaduras provocaron la amputación de su pierna derecha, una secuela que se convirtió en punto de partida para una historia de superación.
Hoy, con 27 años, Tatiana no solo se desempeña como abogada y licenciada en Criminalística y Ciencias Forenses dentro del sector público, sino que también se destaca en el deporte paralímpico y el fisicoculturismo. Su vida es una afirmación constante de que la resiliencia puede más que cualquier adversidad.
“Sobrevivir fue un milagro. Y honrar esa segunda oportunidad es lo que me impulsa”, expresa. Con esa convicción, Tatiana no solo culminó dos carreras universitarias, sino que también rompió estigmas en el deporte adaptado. En 2021, consiguió el primer oro paralímpico para Paraguay en el Mundial de ParaPowerlifting, convirtiéndose en referente nacional.
Pero no se detuvo ahí. En 2024, subió a nuevas tarimas al competir por primera vez en el Campeonato Open Central de la Federación Paraguaya de Fisicoculturismo. Allí conquistó cinco títulos: Promocional, Oficial, Campeona Absoluta, Overall y Especial Femenina en la categoría Women’s Physique, siendo la primera atleta con discapacidad física en hacerlo.
“Lo que antes parecía imposible, lo logré. Hoy conquisto mi disciplina en todos los aspectos de mi vida”, afirma. Aunque ha enfrentado obstáculos para acceder a prótesis y audífonos, nunca dejó que eso la detuviera. Incluso recurrió a la solidaridad para continuar con su proceso de rehabilitación.
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Tatiana lleva adelante su día con naturalidad. “Solo cuando la prótesis duele me acuerdo de que tengo una discapacidad. El resto del tiempo, vivo como cualquier otra persona”, cuenta. Y, con esa visión, inspira a otros desde el ejemplo, demostrando que una tragedia no define un destino.
A 21 años del incendio que enlutó a cientos de familias paraguayas, Tatiana recuerda la importancia de mantener viva la memoria. “Debemos evitar repetir los errores del pasado. La injusticia, el llanto y el dolor del 2004 no pueden volver. Todos tenemos la responsabilidad de ser mejores ciudadanos”, reflexiona.
Fuente: ÚH
