La depresión juvenil se consolida como una de las principales problemáticas de salud mental en Paraguay. El aumento de trastornos emocionales en niños, niñas y adolescentes preocupa a especialistas por su impacto silencioso y creciente.
En el Hospital Pediátrico Acosta Ñu se reportaron 200 internaciones por trastornos mentales en menores de entre 6 y 19 años, solo en los últimos seis meses. La cifra refleja un escenario que se agrava por la falta de atención oportuna y el estigma en torno a la salud mental.
Los profesionales destacan factores como el aislamiento postpandemia, inestabilidad familiar y el uso intensivo de tecnología como principales detonantes. Estas condiciones generan un entorno en el que los jóvenes experimentan emociones intensas sin herramientas para gestionarlas.
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El entorno digital juega un rol central. La exposición constante a redes sociales, bullying virtual y presión estética crea un escenario emocional complejo. Muchos adolescentes atraviesan crisis sin apoyo, mientras sus síntomas pasan desapercibidos o son minimizados en sus hogares.
Especialistas indican que la salud mental infantojuvenil requiere atención urgente. Sin embargo, el sistema público enfrenta barreras como escasez de profesionales, demoras en la atención y falta de integración de la salud mental en las rutinas escolares y comunitarias.
En respuesta, la Política Nacional de Salud Mental 2024-2030 plantea programas escolares de prevención y capacitación para detectar signos tempranos. No obstante, su aplicación es aún limitada y no alcanza a todas las regiones del país.
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Entre los signos de alarma figuran el aislamiento, irritabilidad persistente, trastornos del sueño, bajo rendimiento escolar y autolesiones. Los especialistas recomiendan escuchar sin juzgar, evitar minimizar las emociones y acudir a profesionales ante cualquier señal de riesgo.
El Ministerio de Salud Pública ofrece servicios de atención gratuita en hospitales generales y acceso a la línea de emergencia 155, disponible para orientación psicológica en situaciones críticas.
Fuente: El Nacional







