La tensión social en Cordillera se intensificó este fin de semana con manifestaciones contra el gobernador Denis Lichi y el intendente de Arroyos y Esteros.
Decenas de vecinos de Arroyos y Esteros irrumpieron con bolsas repletas de desperdicios, convirtiendo la protesta en un mensaje visceral contra el controvertido proyecto de vertedero.
Las imágenes captadas por testigos muestran el momento exacto cuando jóvenes enardecidos atravesaron el portón principal de la mansión de Denis Lichi, desplegando una alfombra de desechos orgánicos e inorgánicos sobre los jardines cuidadosamente mantenidos del predio gubernamental.
“Si quiere basura para su pueblo, que la reciba primero en su casa”, gritaba una mujer mientras otros manifestantes continuaban descargando bolsas. El operativo duró aproximadamente veinte minutos antes de que los manifestantes se retiraran por cuenta propia.
La crisis alcanzó su punto más álgido cuando la multitud se dirigió hacia la sede municipal. El intendente, identificado como responsable directo del proyecto, enfrentó una lluvia de huevos que impactaron contra las ventanas de su oficina mientras intentaba refugiarse en el interior del edificio.
Unite a nuestro canal de Whatsapp
Según fuentes oficiales, el proyecto contempla habilitar 15 hectáreas dentro de un corredor biológico para depositar aproximadamente 200 toneladas diarias de residuos provenientes de tres municipios vecinos. La medida generaría ingresos estimados en 450 millones de guaraníes mensuales para las arcas municipales.
María Benítez, dirigente vecinal de 45 años, explicó que la comunidad agotó todas las instancias legales durante los últimos ocho meses. “Presentamos notas, pedimos audiencias, hicimos marchas pacíficas. Nadie nos escuchó. Ahora entenderán que no somos títeres”, declaró mientras limpiaba restos de cáscaras de huevo de sus manos.
Fuente: El Nacional







