A medida que pasan los años, el cuerpo masculino atraviesa cambios inevitables, y la próstata no es la excepción. Según el Dr. Aldo Samaniego, urólogo del Instituto de Previsión Social (IPS) Ingavi, cuidar esta glándula es fundamental para evitar complicaciones que pueden afectar la calidad de vida.
El especialista explicó que la próstata, del tamaño de una nuez, cumple una función clave en la reproducción: produce el líquido seminal que nutre y transporta los espermatozoides. Sin embargo, su ubicación —rodeando la uretra— hace que cualquier alteración pueda interferir con la micción.
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Entre los trastornos más frecuentes se encuentran tres:
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Hiperplasia prostática benigna (HPB): crecimiento no canceroso que causa dificultad para orinar.
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Prostatitis: inflamación o infección que provoca dolor al orinar y molestias pélvicas.
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Cáncer de próstata, una de las neoplasias más comunes en los hombres a nivel mundial.
Samaniego señala que los controles deben comenzar a los 45 años, especialmente en quienes tienen antecedentes familiares o pertenecen a grupos de riesgo. Los síntomas de alerta incluyen orinar con frecuencia, chorro débil, dolor o ardor al orinar y sangre en la orina o el semen. No obstante, advirtió que en etapas tempranas la enfermedad puede no presentar síntomas, por lo que recomienda un chequeo anual del Antígeno Prostático Específico (PSA).
El PSA es un examen de sangre que mide una proteína producida por la próstata. Si bien un nivel elevado no siempre indica cáncer, puede revelar otros problemas como infecciones o hiperplasia. Por eso, el médico recomienda interpretar el resultado con acompañamiento profesional.
Cuando el cáncer de próstata se detecta a tiempo, las probabilidades de cura son altas. Los tratamientos incluyen cirugía, terapias hormonales o radiación, según el estadio de la enfermedad. La detección temprana sigue siendo el factor más determinante para la recuperación.
Finalmente, el especialista resalta que la prevención depende del estilo de vida: mantener una dieta equilibrada, consumir tomate por su alto contenido de licopeno, hacer ejercicio, evitar el tabaco y acudir a controles médicos. “Detectar a tiempo es vivir mejor”, resumió Samaniego.
Fuente: ABC Color
