A pesar de los avances macroeconómicos registrados en la región, el empleo juvenil sigue siendo uno de los puntos más frágiles del mercado laboral en América Latina y el Caribe. Miles de jóvenes continúan enfrentando dificultades para acceder a trabajos estables, una situación que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) identifica como un desafío estructural persistente.
Así lo advierte el informe Panorama Laboral 2025, que señala que la desocupación entre personas de 15 a 24 años mantiene niveles elevados y con fuertes contrastes entre países. Según datos correspondientes al primer semestre de 2025, Paraguay registra una tasa de desempleo juvenil del 11,5%, por debajo del promedio regional, estimado en 12,5%.
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Este posicionamiento coloca al país en una situación relativamente mejor que economías como Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica y Uruguay, este último con la tasa más alta entre los países analizados. Sin embargo, la OIT aclara que este resultado no debe interpretarse como una señal de fortaleza del mercado laboral juvenil.
El informe subraya que otros países de la región, entre ellos Bolivia, México, Ecuador y Trinidad y Tobago, presentan tasas de desempleo juvenil considerablemente más bajas, lo que evidencia que Paraguay aún enfrenta importantes desafíos para integrar de manera efectiva a los jóvenes al empleo formal y de calidad.
En términos demográficos, los jóvenes representan un segmento clave de la población paraguaya. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2024 el país contaba con 5.932.576 habitantes, de los cuales 1.504.257 tenían entre 15 y 29 años, un grupo con alto peso poblacional y potencial productivo.
Dentro de ese universo, 977.232 jóvenes formaban parte de la fuerza de trabajo, lo que implica que cerca de dos tercios participaban activamente del mercado laboral. No obstante, 527.025 permanecían fuera de la fuerza laboral, principalmente por barreras vinculadas al acceso educativo, tareas de cuidado no remuneradas y desincentivos asociados a la baja calidad de los empleos disponibles.
Entre quienes sí estaban económicamente activos, 870.542 jóvenes se encontraban ocupados y 106.691 desocupados. A esto se suma un dato que refuerza la fragilidad del escenario: 32.947 jóvenes ocupados se hallaban subocupados por insuficiencia de horas de trabajo.
Este panorama confirma que una parte significativa de la juventud paraguaya accede a empleos inestables o insuficientes, una situación que no solo afecta sus ingresos y trayectorias laborales, sino que también plantea riesgos para la productividad y la sostenibilidad del crecimiento económico del país en el mediano plazo, reforzando la necesidad de políticas públicas orientadas a mejorar la calidad del empleo juvenil.
Fuente: ABC Color
