Cultura

El Coro Barriojarense: cuando la música sale a la calle para abrazar a la comunidad

El Coro de la Cooperativa Barriojarense, con 27 integrantes, une a adultos y niños. Su misión es llevar compañía y afecto a quienes no pueden salir.

El Coro Barriojarense. Gentileza

En Barrio Jara, un rincón de Asunción que atesora memorias, la música encontró su propósito más noble. Allí reside el Coro Barriojarense, una iniciativa que nació en el seno de la cooperativa hace unos doce años y que hoy funciona como un refugio de solidaridad. La esencia de este grupo trasciende la calidad vocal. Su mayor patrimonio es el valor humano que promueven.

Desde hace cuatro años, la profesora Angélica Irala, cariñosamente conocida como la “profe Angie”, asumió la dirección del coro. Ella recuerda con claridad el momento en que las serenatas navideñas se volvieron esenciales. Muchos socios de la cooperativa eran personas de edad avanzada o padecían enfermedades que los obligaban a permanecer en casa. Estas condiciones les impedían asistir a los tradicionales eventos de fin de año.

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Surgió así una idea sencilla y profundamente luminosa: si la comunidad no podía acercarse a la música, el coro llevaría la música hacia ellos. Desde entonces, y por tres años consecutivos, el coro recorre las calles. Organizan una lista de hogares para llevar villancicos y melodías navideñas. Su canto se transforma en un gesto de compañía y afecto para quienes más lo necesitan. Es una forma activa de decir: “La comunidad los recuerda y los acompaña”.

Actualmente, el coro está integrado por 27 personas. Su composición es un reflejo del barrio, un verdadero encuentro de generaciones. Conviven adultos mayores que encuentran en el canto una forma de mantenerse activos y adultos que buscan un espacio de comunidad. Además, niños se han sumado al grupo, aportando frescura y espontaneidad. Este ambiente de respeto y alegría ha convertido al coro en un espacio de unión intergeneracional.

Gentileza

“No solo cantamos: compartimos, acompañamos y crecemos juntos. La música es nuestro punto de encuentro, pero el valor humano es nuestro mayor patrimonio”, afirman sus integrantes. Esa filosofía se extiende más allá de la Navidad. El coro también realiza presentaciones en fechas especiales, como el Día de la Madre o cumpleaños. Frecuentemente, reciben invitaciones para cantar dentro y fuera del barrio Jara, llevando consigo su espíritu cálido.

El Coro Barriojarense mantiene sus puertas abiertas a cualquier persona interesada, sin importar si son socios de la cooperativa. Quienes deseen unirse deben consultar acerca de las clases de coro en la sede. Para agendar una visita para un adulto mayor o alguien con dificultades de salud pueden hacerlo a través de los miembros del coro, o mediante una nota si la solicitud es fuera del barrio Jara.

En tiempos donde todo parece ir demasiado rápido, este grupo eligió ir despacio: caminar, cantar y quedarse un rato más. Porque, a veces, una canción no cambia la vida, pero sí puede cambiar una tarde. Y eso, para quienes la reciben, es una caricia al corazón.

RDN