En el país, el trabajo doméstico sigue siendo uno de los sectores más golpeados por la informalidad. Aunque en los últimos años se aprobaron leyes y se igualó el salario mínimo, en la práctica miles de trabajadoras continúan sin acceso a derechos básicos como la seguridad social.
Así lo advirtió el especialista en empleo Enrique López Arce al analizar los datos oficiales más recientes. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, unas 226.000 personas se desempeñan en el trabajo doméstico en el país. Sin embargo, registros del Instituto de Previsión Social muestran que en octubre solo 9.490 trabajadoras estaban inscriptas. La diferencia es clara: la gran mayoría sigue trabajando sin cobertura, sin aportes y sin protección.
Unite al canal de RDN en Whatsapp
Para López Arce, esta situación revela un problema de fondo. Resulta difícil de sostener que un sector con más de doscientas mil personas tenga una cobertura tan baja. A su criterio, los cambios legales no lograron traducirse en una mejora real en la formalización laboral.
El especialista explicó que la equiparación del salario mínimo, lejos de ordenar el sector, terminó empujando nuevas formas de informalidad. Muchos empleadores optan por contratar por horas, un esquema que en los hechos limita el acceso a derechos básicos. “En los papeles los beneficios existen, pero en la vida cotidiana no siempre se cumplen”, señaló.

La Ley 6339, que regula el trabajo doméstico, es clara en ese sentido. Establece que desde las 16 horas semanales de trabajo en una misma vivienda, la empleada debe ser inscripta en el IPS. Esa carga horaria también habilita el acceso proporcional a aguinaldo, vacaciones pagadas y otros beneficios laborales. Sin embargo, esa obligación sigue siendo ampliamente ignorada.
López Arce también apuntó a la falta de control del Estado. Advirtió que el número de inspectores es insuficiente para fiscalizar el sector y que muchas trabajadoras desconocen cuáles son sus derechos. Para el especialista, sin información, controles efectivos y una mayor coordinación entre el Ministerio de Trabajo y el IPS, la precarización seguirá siendo parte de la rutina diaria de miles de mujeres, pese a los avances logrados en la ley.
Fuente: ÚH







