La misa fue presidida por el Monseñor Ricardo Valenzuela, Obispo de Caacupé y la homilía fue predicada por el Presbítero Waldemar Sánchez, administrador diocesano de Villarrica.
El lema de este quinto día de la novena fue “Jesús llama a un seguimiento por el camino de la cruz”.
El presbítero mencionó que no existe la vida cristiana sin la cruz, y que las personas no deben dejarse aturdir por los excesos, como las drogas, el alcohol y la preocupación por el dinero.
“Tener una mente despeja y sin lastre”, estar libres de vicios.
Por otro lado resaltó que en nuestro país existen heridas profundas a causa de la dictadura.
Puntualizó que las heridas sociales que aquejan son la miseria, la pobreza y los secuestros.
La falta de trabajo digno y la carencia de oportunidad para todos, son frutos de la ausencia de Estado o desinterés de las autoridades de turno.
La corrupción generalizada es uno de los principales males destacó.
