Miles de creyentes fueron testigos de la consagración histórica de María Felicia, mejor conocida como Chiquitunga.
El retablo adornado con más de 70 mil rosarios se expuso al instante de la beatificación celebrada por el cardenal Angelo Amato, enviado especial del Papa Francisco.
Los fieles llegaron de diferentes puntos del país y también del extranjero, incluso varias personas quedaron fuera del coliseo azulgrana.
En el lugar se montaron puestos de salud para que los fieles puedan ser auxiliados. Algunas personas se descompensaron y fueron atendidas de inmediato.
La consagración de Chiquitunga se realizó a las 16:50 y los devotos fueron testigos de una cita con la historia religiosa del país.