Según informó Aci Prensa, el Santo Padre habló sobre la situación que está viviendo Venezuela, en una rueda de prensa, a bordo de un avión que lo trasladó de Panamá a Roma, luego de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Destacó que el derramamiento de sangre en el país caribeño lo asusta y solicitó que lo que puedan ayudar lo hagan, “para resolver el problema”.
Dichas declaraciones se dan, tras las protestas registradas en los últimos días que ya dejó unos 29 muertos, debido a la represión del Gobierno de Nicolás Maduro.
“El problema de la violencia, a mí me aterra. Después de todo el esfuerzo hecho en Colombia, lo que pasó en la escuela de cadetes el otro día fue terrorífico. No es solución la sangre. Por eso tengo que ser…no me gusta la palabra ‘equilibrado’. Tengo que ser pastor de todos, a ver. Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, la pidan. Eso creo”, indicó el Santo Padre este domingo.
“Pido al Señor que se busque y se logre una solución justa y pacífica para superar la crisis, respetando los derechos humanos y deseando exclusivamente el bien de todos los habitantes del país. Los invito a rezar poniendo bajo el amparo de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela”, agregó.
Sobre Juan Guaidó que se autoproclamó presidente encargado de Venezuela, el sumo pontífice manifestó que él apoya al pueblo venezolano y que si apunta a un lado y al otro no se metería en un rol que no conoce. “Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño”, expresó.
La situación de Venezuela se vuelve cada vez más tensa por la toma de posesión de Nicolás Maduro para un segundo periodo, considerado ilegítimo por los obispos de Venezuela y diversos países de América y Europa. Además del gobierno paralelo de Juan Guaidó, como encargado presidencial.
