El 6 de agosto de este año, la plataforma Netfliz estrena el documental Nasha Natasha (“Nuestra Natalia”, en ruso), dirigida por el uruguayo Martín Sastre y producida por Axel Kuschevatzky, al que muchos conocen por cubrir todos los años la alfombra roja de los Oscar para TNT.
La cinta sigue a la conocida cantante Natalia Oreiro en la gira que realizó en el 2014 por 16 ciudades de Rusia, viajando en el legendario Expreso Transiberiano. El documental explora con imágenes inéditas, no solo su explosión artística a escala masiva, sino también detalles relevantes de su vida privada pocos conocidos. Y, por supuesto, retrató el sorprendente éxito que tiene en Rusia debido a las telenovelas emitidas en ese país.
La película se estrenó en la 38ª edición del Festival Internacional de Cine de Moscú, en la sección “Documental”. Tal fue el furor de la artista en Rusia que ha solicitado la ciudadanía, prometiendo que hará un recital cuando la cuestión de la pandemia esté más controlada. Recordemos que incluso Natalia logró aprender el idioma.
La actriz y cantante nacida en Uruguay en 1977, pero radicada en Argentina desde 1994, es una de las figuras latinoamericanas más populares, tanto en Rusia, como en países de la región como Bielorrusia, Ucrania, Rumania, Kazajistán, Polonia, Turquía y Grecia. Su ingreso a dichos mercados inició con la exportación de la telenovela argentina Ricos y Famosos (1997), pero se consolidó con Muñeca Brava (“Dikiy Angel”, en ruso), la telenovela protagonizada junto a Facundo Arana, emitida en Paraguay en varias oportunidades.
Su carrera como cantante terminó por coronarla como reina de la cultura latina en aquellas latitudes, mediante una serie de giras a principios del 2000, que dio lugar al nacimiento de clubes de fans, seducidos por canciones como Cambio dolor, Me muero de amor, Tu veneno y Que digan lo que quieran.
