El director de Contrataciones, Pablo Seitz, manifestó que iniciará una investigación para aclarar el acuerdo entre Fernando Benítez Pappalardo, primo del presidente Mario Abdo Benítez, quien cedió sus acciones al clan Ferreira para que este, actúe de prestanombre y participe de licitaciones del Estado, aparentemente.
Ante esto el titular de la DNCP, dijo a la 730 AM que por la Ley de Contrataciones solo está permitido el consorcio o la subcontratación.
“La simulación (prestanombres) es un derecho que si es realizado con fines ilícitos origina consecuencias negativas para ambas partes de ese acuerdo. Si hay un acuerdo que busca burlar algún tipo de inhabilidad, prohibición o consecuencia no deseada que tendría la presencia real de la persona que es verdadera dueña del negocio, entonces ese acuerdo origina consecuencias jurídicas para ambas”, expresó.
Indicó que en este caso, el ente se ve obligado a realizar las averiguaciones pertinentes y detectar eventuales irregularidades.
Benítez Pappalardo confirmó que debido a que no contaba con el tiempo de experiencia exigida como proveedor del Estado, recurrió al clan Ferreira para poder operar. Sobre esto, Seitz indicó que la antigüedad no se negocia y tampoco puede ser adulterada a través de un acuerdo entre partes.
Es por eso que para analizar esta situación los responsables de la institución deberán revisar los estatutos de firmas, registros públicos y facturación. También solicitarán informaciones a empresas y entes reguladores para detectar alguna anomalía si la hubiere.
En caso de alguna anormalidad, el marco legal establece la anulación de la licitación y la comunicación a Tributación, Contraloría, Conacom y la Fiscalía.
La firma Survycom salió a la luz cuando esta tuvo intenciones de importar la vacuna rusa Sputnik, luego saltó que la empresa era propiedad de Justo Ferreira junto con otros. Benítez Pappalardo dijo que él es dueño de la empresa y que puso a nombre del clan Ferreira sus acciones para poder participar de las licitaciones, pues en el 2017, fecha en que adquirió la firma, no contaba con la antigüedad necesaria para ser proveedor del Estado.
El clan Ferreira estuvo involucrado con la compra de los insumos médicos que luego el Ministerio de Salud rechazó por no cumplir con las especificaciones técnicas.
Ante esto, Pappalardo pidió que Ferreira le devuelva sus acciones, pues según sus declaraciones, no tenía nada que ver con el escándalo.
