El proceso de conteo de votos está en marcha en El Salvador después del cierre de las urnas este domingo, y todo indica que el actual presidente Nayib Bukele se encamina a una victoria en las elecciones, asegurando así un segundo mandato en el cargo. El recuento inicial muestra a Bukele con una amplia ventaja de casi 1,3 millones de votos sobre su competidor más cercano, Manuel Floren del FMLN.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador anunció que, debido a problemas en la transmisión electrónica de resultados, los colegios electorales deberán registrar manualmente los resultados de las elecciones. Esta decisión se basa en el código electoral del país y en “otros factores fuera del control del TSE”. Los resultados deberán ser respaldados con pruebas fotográficas o escaneadas antes de ser enviados al tribunal.
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Nayib Bukele, de 42 años, se ha declarado ganador de las elecciones y ha afirmado que obtuvo la victoria con el mayor porcentaje en la historia del país. Su liderazgo se caracteriza por altos índices de favorabilidad, superando regularmente el 70% en encuestas independientes. Durante su mandato, Bukele ha llevado a cabo una ofensiva contra las bandas criminales, lo que ha resultado en una drástica disminución de la tasa de homicidios en El Salvador, que alguna vez fue la más alta del mundo.
Sin embargo, estas acciones también han suscitado críticas y preocupaciones. Los arrestos masivos realizados bajo su gobierno han llevado a acusaciones de detenciones injustas y condiciones inhumanas en las prisiones, incluyendo denuncias de tortura por parte de grupos de derechos humanos. Esta polarización ha convertido las elecciones en un referéndum sobre cuánta libertad están dispuestos a renunciar los votantes a cambio de seguridad y paz.
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La posibilidad de que Nayib Bukele obtenga una victoria contundente podría darle más margen de maniobra para implementar su enfoque de mano dura en la política salvadoreña. Su gobierno ha sido objeto de críticas por sus tendencias autoritarias, lo que ha llevado a preocupaciones sobre la democracia en el país. La reforma que permitió su postulación para un segundo mandato es un ejemplo de ello, ya que el Congreso reemplazó a los principales jueces de la Corte Suprema para garantizar su viabilidad.
Este modelo de seguridad conocido como el “método Bukele” ha tenido impacto en la región, con presidentes de otros países latinoamericanos adoptando estrategias similares de arrestos masivos para abordar la violencia de las pandillas.
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La situación en El Salvador es un tema que atrae la atención de líderes regionales y tiene implicaciones significativas para el futuro de la seguridad y la democracia en América Latina. La población salvadoreña está dividida, y encuestas recientes sugieren que una parte considerable de la población estaría dispuesta a aceptar un gobierno antidemocrático si logra resolver los problemas del país.
Fuente: CNN
