La Policía Federal de Brasil llevó a cabo un contundente operativo dirigido contra el expresidente Jair Bolsonaro y varios de sus cercanos aliados, incluidos exministros y altos militares, en medio de acusaciones de intento de golpe de Estado. La acción, ordenada por el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, involucró 33 órdenes de allanamiento y 4 de prisión preventiva en una decena de estados brasileños.
Entre los investigados se encuentran exministros y generales del Ejército que formaron parte del gobierno de Bolsonaro, así como el excomandante de la Marina y el presidente del Partido Liberal. Además, cuatro individuos, incluido un asesor cercano al exmandatario y tres militares, fueron detenidos durante el operativo.
La investigación se centra en determinar si los acusados participaron en una “organización criminal” que buscaba perpetrar un golpe de Estado para mantener a Bolsonaro en el poder y evitar la asunción del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva. Se cree que este grupo intentó sembrar dudas sobre las elecciones de 2022, que resultaron en la victoria de Lula sobre Bolsonaro, incluso antes de su celebración.
Uno de los objetivos de los investigados habría sido “legitimar una intervención militar” mediante la diseminación de información falsa sobre fraude electoral y la utilización de tácticas para debilitar el Estado Democrático de Derecho. Este plan alcanzó su clímax con la violenta asonada del 8 de enero de 2023, cuando partidarios de Bolsonaro atacaron edificios gubernamentales en un intento de derrocar al nuevo gobierno de Lula.
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Bolsonaro, quien ya estaba bajo investigación por su presunta incitación a la violencia durante el asalto del 8 de enero, ahora se encuentra directamente implicado en la trama golpista según las autoridades. El exmandatario fue ordenado a entregar su pasaporte en un plazo de 24 horas y se le prohibió mantener contacto con otros investigados.
Fuente: Infobae.
