Salud

Día Mundial del Riñón 2025: Detección temprana para salvar vidas

El Día Mundial del Riñón 2025 destaca la importancia de la detección temprana mientras 2.539 paraguayos dependen de diálisis para vivir, principalmente por diabetes.

Foto: Gentileza.

Este 13 de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón bajo el lema «¿Están bien tus riñones? Detecta temprano, protege la salud renal», mientras en Paraguay más de 2.500 personas dependen de diálisis para sobrevivir.

La enfermedad renal crónica (ERC) avanza silenciosamente, deteriorando la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. En Paraguay, la situación es alarmante con 2.539 pacientes que requieren diálisis regular para sobrevivir. Esta realidad subraya la importancia del Día Mundial del Riñón 2025, que se conmemora el segundo jueves de marzo (13 de marzo), una iniciativa global impulsada por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF-WKA).

Una epidemia silenciosa: La enfermedad renal en cifras

La ERC representa una creciente crisis de salud pública que afecta aproximadamente a 850 millones de personas en todo el mundo, equivalente a 1 de cada 10 adultos. Las proyecciones son preocupantes: para 2040, la ERC se convertirá en la quinta causa principal de años de vida perdidos a nivel global, evidenciando la urgencia de implementar estrategias efectivas de prevención y detección temprana.

En Paraguay, los datos revelan una distribución etaria diversa entre los pacientes que requieren diálisis: el 37% tiene entre 51 y 64 años, el 31% entre 31 y 50 años, el 14.6% entre 19 y 30 años, el 12.7% son mayores de 65 años, y preocupantemente, un 4.7% son niños y adolescentes entre 8 y 18 años. Esta realidad demuestra que la enfermedad renal no discrimina por edad y puede afectar a cualquier persona.

El sistema de atención para pacientes renales en el país se distribuye principalmente entre tres instituciones: el Instituto Nacional de Nefrología (INN) atiende a 1.921 pacientes (75.6% del total), el Instituto de Previsión Social (IPS) a 608 pacientes (23.9%), y las Fuerzas Armadas a 10 pacientes (0.5%), sumando los 2.539 pacientes que actualmente dependen de diálisis para vivir.

La diabetes se posiciona como la principal causa de enfermedad renal en Paraguay, siendo responsable del 36% de los casos. Le sigue la hipertensión arterial con un 18%, mientras que otras causas incluyen malformaciones congénitas y procesos infecciosos no detectados a tiempo. Estos datos revelan la estrecha relación entre enfermedades crónicas prevalentes y el desarrollo de complicaciones renales.

Factores de riesgo: Conócelos para prevenirlos

Los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedad renal incluyen condiciones médicas ampliamente prevalentes en la población paraguaya. La diabetes mellitus y la hipertensión arterial encabezan la lista, seguidas por la enfermedad cardiovascular, la obesidad y los antecedentes familiares de problemas renales.

Otros factores menos conocidos pero igualmente importantes incluyen episodios previos de lesión renal aguda, complicaciones renales relacionadas con el embarazo, enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, nacimiento prematuro o con bajo peso, bloqueos en el tracto urinario y cálculos renales recurrentes.

En países de menores ingresos como Paraguay, existen factores adicionales que contribuyen al desarrollo de la enfermedad renal, entre ellos el estrés por calor en trabajadores agrícolas, mordeduras de serpientes, exposición a toxinas ambientales, uso de medicinas tradicionales sin supervisión adecuada y enfermedades infecciosas como hepatitis B o C, VIH y parasitosis.

La enfermedad renal crónica tiene la particularidad de desarrollarse silenciosamente, sin manifestar síntomas evidentes hasta encontrarse en estados avanzados. Una persona puede perder hasta el 90% de su función renal antes de experimentar algún síntoma perceptible, lo que dificulta enormemente su diagnóstico temprano, explican los especialistas de la Sociedad Paraguaya de Nefrología

Detección temprana: Pruebas sencillas que salvan vidas

El lema del Día Mundial del Riñón 2025, “¿Están bien tus riñones? Detecta temprano, protege la salud renal”, pone énfasis en la importancia de las pruebas de detección preventivas, especialmente para personas con factores de riesgo. Afortunadamente, existen pruebas simples, no invasivas y accesibles que pueden identificar problemas renales en etapas iniciales.

Entre las pruebas recomendadas se encuentran la medición de presión arterial para verificar hipertensión, el cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC) para evaluar la obesidad, análisis de orina para detectar albuminuria (presencia de proteínas en la orina) y análisis de sangre para verificar los niveles de creatinina sérica, que permiten estimar la Tasa de Filtración Glomerular (TFGe), el principal indicador de la función renal.

Estas pruebas deberían integrarse en la atención primaria de salud de manera rutinaria para poblaciones de alto riesgo, incluso cuando el tiempo y los recursos son limitados, señalan desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS). La detección temprana no solo mejora el pronóstico de los pacientes, sino que también reduce significativamente los costos asociados al tratamiento de la insuficiencia renal terminal.

Los expertos recomiendan que las pruebas de detección de ERC se realicen al menos una vez al año en personas con diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular, antecedentes familiares de enfermedad renal o mayores de 60 años. Para el resto de la población adulta, se sugiere un chequeo cada tres años como medida preventiva.

Prevención y acceso: Desafíos para el sistema de salud paraguayo

La prevención de la enfermedad renal se basa en adoptar un estilo de vida saludable desde edades tempranas. Las recomendaciones incluyen el consumo regular de frutas y verduras, la práctica de ejercicio físico, la ingesta adecuada de agua (al menos 2 litros diarios), la reducción del consumo de sal y azúcar, y evitar alimentos con alto contenido de grasas saturadas.

La Dra. María Gloria Orué, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Nefrología, enfatiza: La educación sobre hábitos saludables desde la infancia es fundamental para reducir la incidencia de enfermedades renales en el futuro. Además, es crucial el control adecuado de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, principales causantes de daño renal.

Un desafío significativo para Paraguay es garantizar el acceso equitativo a tratamientos de sustitución renal, como la diálisis y el trasplante, para todos los pacientes que lo requieran. Actualmente, el sistema de salud pública cubre a la mayoría de los pacientes en diálisis, pero persisten brechas en la disponibilidad de medicamentos e insumos necesarios para garantizar la calidad del tratamiento.

El acceso a medicamentos inmunosupresores para pacientes trasplantados y a insumos para hemodiálisis de calidad sigue siendo un problema recurrente en nuestro sistema, señala la Dra. Orué. Se requieren políticas públicas que garanticen el suministro continuo de estos tratamientos vitales para los pacientes renales».

La formación de recursos humanos especializados en nefrología representa otro desafío importante. Paraguay cuenta con aproximadamente 50 nefrólogos para atender a toda la población, una cifra insuficiente considerando la creciente prevalencia de la enfermedad renal. La descentralización de servicios de nefrología hacia zonas del interior del país es otra asignatura pendiente para mejorar el acceso a la atención especializada.

El Día Mundial del Riñón 2025 llama a los gobiernos, profesionales de la salud y a la sociedad en general a tomar acciones concretas para abordar la creciente crisis de enfermedad renal. La integración de pruebas de detección en la atención primaria, facilitar exámenes en comunidades de difícil acceso y fortalecer la educación sobre salud renal son pasos fundamentales para reducir la carga de esta enfermedad.

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En Paraguay, donde 2.539 personas ya dependen de diálisis para vivir, la conmemoración de este día adquiere un significado especial. La prevención, detección temprana y el acceso equitativo a tratamientos renales deben convertirse en prioridades de salud pública para evitar que más paraguayos enfrenten las complicaciones devastadoras de la enfermedad renal avanzada.