Una turba incendió un vehículo en el barrio Kennedy de Capiatá, departamento Central, durante un episodio de tensión vecinal ocurrido el lunes. El hecho se produjo a 200 metros del domicilio de Sergio Daniel Coronel Aquino, joven de 26 años que estaba siendo velado tras ser asesinado con tres disparos frente a una carpintería de la zona.
El comisario Héctor Espínola, jefe de la Comisaría 62ª Central, informó que aproximadamente 300 personas en motocicletas se congregaron en la vivienda del fallecido. Este grupo se trasladó posteriormente hasta la residencia del presunto autor del homicidio, cuya identidad no fue revelada, para incendiar un vehículo bajo la creencia de que el sospechoso se encontraba en su interior. Sin embargo, las autoridades ya habían detenido al presunto homicida durante la mañana del mismo día.
#URGENTE | Así iniciaron los incidentes en la ciudad de Capiatá. Una turba incendió una casa.
Hablamos con el Crio Héctor Espínola
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— Telefuturo (@Telefuturo) April 14, 2025
El crimen se desencadenó tras una discusión entre la víctima y un hombre que posteriormente se dio a la fuga. Durante el incidente también resultó herido Jahjureh Daniel Romero Toledo, de 22 años, quien fue trasladado a un centro asistencial por personal de la Comisaría 33ª Central. Según versiones de vecinos recogidas por medios locales, el conflicto habría iniciado cuando el presunto autor del homicidio tuvo un altercado con dos jóvenes que transitaban frente a su carpintería.
El jefe policial reveló que Coronel Aquino contaba con cuatro antecedentes y tenía una orden de captura pendiente. “Tenía muchos contactos, mucha relación con el mundo de motocicletas, ese contacto hizo que estas personas pudieran movilizarse en masa”, explicó Espínola. Además, mencionó que la víctima recibía amenazas de muerte porque supuestamente era informante de la Policía Nacional, y que era una persona muy conocida en la zona.
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Una testigo, relató a radio Monumental 1080 AM que el presunto autor del homicidio mantenía un comportamiento hostil hacia los residentes del barrio. Según su testimonio, el carpintero “siempre fue un señor prepotente” que no permitía el paso de personas por la calle donde tenía su negocio. La vecina indicó que el barrio era tranquilo hasta la llegada de los denominados “chespis”, término utilizado localmente para referirse a ciertos grupos de jóvenes.
De acuerdo con la versión de la pobladora, el incidente comenzó cuando el carpintero obligó a dos jóvenes a arrodillarse frente a su negocio. Al observar esta situación, Coronel Aquino intervino preguntando qué ocurría, lo que desató la discusión que culminó en el homicidio. Las autoridades policiales informaron que no hubo agentes heridos durante los disturbios posteriores y continúan con las investigaciones para esclarecer todos los aspectos del caso.
Fuente: Última Hora
