La Universidad Nacional de Asunción (UNA) firmó un convenio con ueno bank que genera controversia por las obligaciones impuestas a la institución educativa y los vínculos del banco con el presidente Santiago Peña. El acuerdo, suscrito el 16 de julio de 2024 por la rectora Zully Vera y Juan Gustale en representación de la entidad bancaria, establece una vigencia de cinco años. Aunque el documento menciona colaboración interinstitucional para el desarrollo, investigación y extensión universitaria, las cláusulas revelan compromisos que han generado críticas por posible uso indebido de los recursos estatales.
El convenio establece que la UNA debe asignar recursos humanos y logísticos para el desarrollo de actividades específicas según su disponibilidad presupuestaria. Asimismo, ambas partes se comprometen a impulsar acciones y ejecutar proyectos para el cumplimiento del acuerdo. Lo que resulta particularmente cuestionable es la obligación de la universidad de mencionar al banco en actos públicos donde se presenten objetivos logrados en el marco del convenio, estableciendo que «dichos logros fueron realizados de manera conjunta».
El documento especifica además que en toda promoción, difusión y divulgación de acciones realizadas debe constar la participación de ambas instituciones. Esto incluye la exhibición de logotipos con similar tratamiento gráfico, mismo tamaño e iguales condiciones de visibilidad en publicaciones, materiales de divulgación y elementos visuales, tanto físicos como virtuales. Esta exposición mediática para el banco privado contrasta con la falta de retribución económica establecida en el mismo convenio.
La cláusula quinta del acuerdo establece explícitamente que no genera ningún compromiso financiero entre las partes, agregando que «cada una podrá presupuestar los recursos asignados en los acuerdos específicos, conforme a su disponibilidad presupuestaria». Esta disposición implica que la UNA, además de promocionar gratuitamente al banco privado, deberá destinar fondos propios para cumplir con los compromisos adquiridos en el convenio.
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Los vínculos entre ueno bank y el presidente Santiago Peña despiertan mayores cuestionamientos sobre la naturaleza del acuerdo. El accionista principal del banco es el Grupo Vázquez SAE, socio de Peña hasta el 4 de abril pasado en ueno Holding Saeca. Otro accionista importante es U Paraguay SA, cuyo principal accionista es U Holdings S.à r.l., compañía constituida en Luxemburgo que tenía como accionista a Francisco Peña Palacios, hermano del mandatario, también hasta el 4 de abril pasado. Este banco ha logrado acaparar 2,3 billones de guaraníes en fondos públicos en apenas 19 meses.
Este caso se suma a otros convenios similares firmados por instituciones estatales con la misma entidad bancaria. Recientemente, la ministra de la Mujer, Cynthia Figueredo, defendió un acuerdo similar entre su cartera y ueno bank, argumentando que representa una «oportunidad de educación financiera» y que nadie está obligado a contratar los servicios del banco. Sin embargo, estos convenios evidencian un patrón preocupante donde entidades estatales promocionan gratuitamente negocios vinculados al círculo presidencial sin obtener contraprestaciones económicas adecuadas, levantando interrogantes sobre la transparencia y el uso apropiado de los recursos públicos.
Fuente: ABC Color
