El presidente del Senado, Basilio “Bachi” Núñez, ha otorgado dos incrementos salariales sustanciales a su sobrina Berenice Sosa Cabrera en menos de un año. La joven de 19 años, que solo cuenta con título de bachiller, percibe actualmente una remuneración mensual de G. 9,5 millones como funcionaria del Congreso Nacional, en un caso que evidencia prácticas de nepotismo en la institución legislativa.
Berenice Ayelén Sosa Cabrera es hija de Esmilce Karina Cabrera Zaracho, hermana de la actual pareja del senador cartista, Nidia Lorena Cabrera Zaracho. Este lazo familiar habría sido determinante para su ingreso a la nómina de funcionarios del Congreso, donde fue incorporada el 1 de octubre de 2023 bajo la categoría de “asistente técnico administrativo” con un salario inicial de G. 4.500.000.
La joven bachiller, quien actualmente cursa estudios de arquitectura en una universidad privada, experimentó su primer aumento en julio de 2024. En esa ocasión fue recategorizada como “profesional (I)”, elevando su remuneración a G. 7.100.000, sin contar con las credenciales académicas que normalmente justificarían tal posición dentro de la estructura administrativa del Poder Legislativo.
Apenas seis meses después del primer incremento, en enero de 2025, la sobrina del presidente del Congreso recibió un segundo aumento. Fue reasignada a la Dirección de Mantenimiento del Congreso con la categoría de “técnico (III)” y un salario mensual de G. 9.500.000, lo que representa un incremento del 111% respecto a su remuneración inicial en menos de dos años de servicio.
Según consta en documentos oficiales, Berenice Sosa inicialmente fue asignada al despacho del senador Basilio Núñez, cuando este aún se desempeñaba como jefe de bancada de Honor Colorado. Su nombramiento se concretó durante la administración del entonces presidente del Senado, Silvio “Beto” Ovelar, también perteneciente al movimiento cartista.
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La gestión del actual presidente del Senado ha dado origen al término “Bachi-lleres”, en referencia a funcionarios nombrados o beneficiados con aumentos salariales durante su administración, pese a no contar con formación universitaria. El caso de su sobrina también se enmarca en la categoría de “nepobaby”, como se denomina a parientes de legisladores contratados con salarios elevados en el Congreso.
Esta situación contradice abiertamente la Ley N° 7302, promulgada el 17 de julio de 2024, que paradójicamente lleva la firma del propio Basilio Núñez. Dicha normativa, que modificó la Ley N° 295/2014, define el nepotismo como el acto de nombrar o contratar en cargos públicos a cónyuges, concubinos o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
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La legislación vigente establece que quienes incurran en prácticas de nepotismo pueden ser sancionados con inhabilitación para ejercer funciones públicas por periodos de tres a cinco años, además de declararse la nulidad del acto jurídico correspondiente. Sin embargo, estas disposiciones rara vez se aplican en la práctica institucional paraguaya.
La Fiscalía, bajo la dirección de Emiliano Rolón, ha mostrado escasa iniciativa para perseguir estos casos. Los únicos antecedentes recientes involucran a los diputados Roya Torres y Cleto Giménez, quienes junto a sus respectivos “nepobabies” llegaron a acuerdos para evitar juicios, comprometiéndose únicamente a la devolución de los montos percibidos irregularmente.
Fuente: ABC Color
