Paraguay y Bolivia se encuentran en la fase final del proceso de demarcación completa de su frontera común, un hito histórico en las relaciones bilaterales que culminará décadas de trabajo diplomático y técnico. Con 704 kilómetros ya delimitados, ambos países concentran ahora sus esfuerzos en los 38 kilómetros restantes ubicados en el cauce del río Negro, en el departamento de Alto Paraguay.
Las comisiones nacionales de límites de ambos países realizaron en agosto del año pasado un trabajo conjunto crucial en la zona del río Negro, último tramo pendiente de delimitación. Durante esta jornada técnica se efectuaron vuelos de reconocimiento que permitieron captar imágenes aéreas detalladas del cauce, fundamentales para determinar con precisión la línea más profunda del río, criterio técnico que definirá la frontera exacta en este segmento.
El desafío principal en este tramo final radica en las condiciones naturales del río Negro, que al momento del relevamiento presentaba aproximadamente el 70% de su lecho fluvial completamente seco. Esta característica geográfica peculiar ha requerido metodologías específicas para la determinación precisa de la línea de mayor profundidad, criterio internacional utilizado para este tipo de delimitaciones.
La frontera paraguayo-boliviana se extiende por 742 kilómetros, de los cuales 704 corresponden a una frontera terrestre que ya ha sido completamente demarcada mediante un sistema de 90 hitos distribuidos estratégicamente: 10 principales, 79 secundarios y uno testigo. Estos puntos de referencia están complementados por una picada de ocho metros de ancho que recorre toda la línea divisoria, facilitando su identificación y mantenimiento.
Para completar definitivamente el proceso de delimitación, las comisiones técnicas tienen pendiente realizar el levantamiento batimétrico del 30% restante del cauce del río Negro, operación que se prevé ejecutar durante el presente año. Este estudio proporcionará los datos necesarios para que los equipos técnicos de ambas naciones puedan trazar con exactitud la línea más profunda del lecho fluvial, estableciendo así el límite definitivo.
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Si las delegaciones técnicas logran consensuar en torno a los resultados del estudio batimétrico, el siguiente paso será la aprobación formal de la línea fronteriza definitiva, decisión que se tomaría durante la próxima reunión ordinaria de la Comisión Mixta programada para octubre. Este encuentro podría marcar el final de un proceso histórico de definición territorial entre ambas naciones.
La culminación de este proceso representará un hito sin precedentes para Paraguay, que por primera vez en su historia contará con una frontera totalmente demarcada con Bolivia. Este logro consolidará un avance significativo en materia de integración regional, cooperación técnica bilateral y seguridad jurídica territorial, sentando bases sólidas para fortalecer las relaciones diplomáticas y facilitar proyectos conjuntos de desarrollo en la zona limítrofe.
Fuente: El Nacional
