Para el año 2050, se proyecta que en Paraguay vivirán aproximadamente 1.594.000 personas de 60 años o más, duplicando la cifra actual de adultos mayores, que ronda las 803.000. Así lo advirtió la demógrafa Claudina Zavattiero durante un seminario virtual organizado por el Ministerio de Trabajo y el Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social, en el que se discutieron los efectos del envejecimiento poblacional sobre la seguridad social del país.
Según la especialista, esta transformación demográfica implicará una presión significativa sobre el sistema previsional, especialmente en áreas como salud, cuidados, pensiones y servicios residenciales. Además, explicó que el proceso de envejecimiento se acelera en paralelo a una disminución de la población joven en edad productiva, lo que obliga a replantear estrategias para mejorar la productividad y aumentar los aportes laborales.
Las cifras presentadas revelan que solo el 20% de los adultos mayores de 18 años aporta al sistema jubilatorio, y apenas uno de cada diez realiza un plan de ahorro para el futuro. En este contexto, una encuesta del Ministerio de Trabajo mostró que casi el 50% de los paraguayos no sabe cómo financiará su vejez o dependerá económicamente de sus hijos, lo que refleja una frágil preparación para el retiro.
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El economista chileno Nicolás Starck también participó del debate, explicando que su país enfrenta un proceso de envejecimiento similar, y recomendó reformas que garanticen sostenibilidad financiera e intergeneracional, para evitar cargas desproporcionadas entre generaciones. Destacó que una mayor longevidad, combinada con una baja tasa de natalidad, obliga a actualizar los modelos actuales de seguridad social.
En Paraguay, los niveles de cotización siguen siendo bajos, tanto en el Instituto de Previsión Social (IPS) como en la Caja Fiscal. Para enfrentar esta situación, el Gobierno sancionó la nueva ley de pensiones y creó el Consejo de Seguridad Social. Sin embargo, su funcionamiento se encuentra detenido debido a la falta de designación oficial del representante sindical.
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El estancamiento en la implementación de la reforma retrasa la definición de un nuevo superintendente de pensiones, figura clave para fortalecer el sistema y encarar los desafíos estructurales. Mientras tanto, asociaciones de jubilados y expertos insisten en la urgencia de avanzar con políticas públicas que garanticen una vejez digna y con cobertura previsional para todos los paraguayos.
Fuente: Última Hora
