El debate sobre el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas ya genera intensas posturas encontradas. La iniciativa, impulsada por el senador José Oviedo y un grupo de legisladores, plantea actualizar una normativa vigente desde 1936, adaptándola al contexto actual en que muchos países han avanzado hacia esquemas laborales más cortos.
Durante la primera audiencia pública, Oviedo defendió que no se trata de una medida populista, sino de una necesidad real. Anunció que se está elaborando un estudio técnico sobre el impacto de la reducción horaria, para determinar cómo afectaría a distintos sectores. El proyecto, según explicó, prevé una implementación gradual sin reducción salarial.
Proyecto de Ley sobre la reducción de la jornada laboral fue debatida en audiencia públicahttps://t.co/5WwQAAChHd#SenadoPy pic.twitter.com/2D3IwGOpwQ
— SenadoPy (@SenadoresPy) May 16, 2025
Quienes apoyan la propuesta destacan sus beneficios para la salud mental, la vida familiar, el rendimiento académico y la calidad del tiempo libre. Mercedes Canese, asesora del equipo proyectista, argumentó que Paraguay sigue entre el 30% de los países con jornadas más extensas, mientras que el 70% del mundo ya adoptó o camina hacia las 40 horas o menos. También mencionó experiencias positivas en países como Ecuador, Venezuela y Chile.
Desde los gremios empresariales, sin embargo, surgieron objeciones. Eugenio Cajes, vocero de la Asociación de Comerciantes e Importadores, advirtió que la medida incrementaría los costos de producción y trasladaría esa carga al consumidor. En esa línea, Luis Ibarra, de la Asociación de Almaceneros Minoristas, opinó que implementar turnos adicionales obligará a contratar más personal, lo que se reflejará en los precios.
Congreso debatirá hoy la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas
El sector de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que representan el 98% del tejido empresarial del país, también mostró preocupación. Luis Tavella, de la Federación de Mipymes, remarcó que Paraguay tiene baja productividad y un rezago tecnológico importante. Consideró que antes de reducir la jornada, se debe apostar a la capacitación y digitalización de la fuerza laboral.
Otros actores señalaron aspectos estructurales que complican la implementación. El mal estado del transporte público, que hace que muchos trabajadores pierdan hasta cuatro horas por día entre ida y vuelta al trabajo, fue citado como un problema de fondo que también debe atenderse si se quiere mejorar la calidad de vida.
Desde el ámbito sindical, Raúl Monte Domeq, asesor económico de las centrales obreras, valoró la intención de la ley, pero advirtió sobre las debilidades del Estado para hacerla cumplir. El Ministerio de Trabajo, señaló, cuenta apenas con 17 inspectores para todo el país, lo que limita el control del cumplimiento de las leyes laborales.
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En el ámbito académico, Laura Flores, médica y especialista en salud laboral, celebró la iniciativa y recordó que más horas de trabajo no garantizan mayor productividad. Propuso seguir profundizando el debate técnico con base en evidencia y con participación de todos los sectores.
El senador Oviedo anunció la conformación de una mesa técnica tripartita donde estarán representados trabajadores, empresarios, autoridades laborales y legisladores, con el objetivo de construir consensos y evitar medidas improvisadas.
Fuente: ÚH