La Municipalidad de Asunción se prepara para ser intervenida con una ciudad en evidente estado de abandono. El intendente Óscar Rodríguez entregará la administración al interventor Carlos Pereira con calles destruidas, acumulación de basura y escasa inversión pública en los barrios. El panorama urbano, particularmente en zonas residenciales como Tembetary y Mburicaó, refleja una situación crítica en infraestructura y servicios.
Durante un recorrido por ambos barrios, se evidenció la falta de mantenimiento en arterias claves y la existencia de basurales cerca de instituciones educativas. La acumulación de residuos incluye restos de podas, escombros y desechos domésticos, generando focos de contaminación, obstrucción del tránsito y riesgo sanitario para la comunidad.
Uno de los puntos más críticos se encuentra en la calle Herminio Giménez, donde vecinos denuncian el uso del muro perimetral de una escuela como zona de descarga irregular de basura. En ese mismo barrio, un terreno baldío sobre Roberto Caniza se convirtió en vertedero y foco de inseguridad. La proliferación de alimañas, la presencia de personas en situación de adicción y un vehículo abandonado agravan el problema.

El impacto no es menor en la movilidad urbana. Calles como Teodoro S. Mongelós en Mburicaó o Alfredo Seiferheld en Tembetary presentan baches de gran tamaño, invisibles durante las lluvias y peligrosos para los conductores. Estas fallas afectan el tránsito diario, especialmente frente a instituciones educativas, y representan un riesgo para la seguridad vial.
El deterioro de la capital coincide con decisiones presupuestarias cuestionadas. Según datos oficiales, en los primeros cuatro meses del año la administración de Rodríguez destinó apenas USD 5 millones a inversión física, en contraste con USD 30 millones usados para salarios. Esta desproporción limitó la capacidad de respuesta ante problemas urbanos básicos.
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Incluso el cumplimiento de obligaciones salariales fue problemático. El pago a funcionarios municipales correspondiente a mayo se completó una semana después del plazo legal, lo que generó inquietud en el funcionariado sobre la sostenibilidad financiera de la comuna.
Carlos Pereira, designado como interventor por resolución de la Cámara de Diputados, iniciará su labor entre el lunes y martes de la próxima semana. Contará con un plazo de 60 días para realizar un diagnóstico de la administración municipal y presentar un informe técnico ante el Congreso. En función de ese dictamen, los diputados decidirán si corresponde o no la destitución de Rodríguez.
Este proceso se da en un contexto de creciente presión ciudadana por respuestas efectivas ante el estado de abandono de la capital. Se espera que el nuevo interventor analice tanto la ejecución presupuestaria como la situación de servicios básicos, infraestructura urbana y limpieza.
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Las reiteradas denuncias de vecinos en redes sociales y medios de comunicación revelan una pérdida sostenida de calidad de vida en los barrios capitalinos. Los problemas de baches, acumulación de residuos y desatención a zonas escolares reflejan una falta de planificación y control por parte de la gestión saliente. El inicio de la intervención será clave para establecer responsabilidades y definir medidas urgentes de recuperación.
Fuente: ABC Color